El creciente uso de motocicletas en Traslasierra ha generado un debate sobre su papel en la movilidad y la seguridad vial. Si bien las motos ofrecen una opción económica y ágil para desplazarse, su creciente presencia en las rutas y calles ha puesto en evidencia los altos riesgos que conlleva su conducción. En 2024, los siniestros viales en los departamentos San Javier y San Alberto han dejado un saldo devastador de 27 muertes, de las cuales una gran parte correspondió a motociclistas.
Las motos, al carecer de la protección de una carrocería, son mucho más vulnerables en caso de accidente. En muchas ocasiones, la velocidad excesiva, la falta de equipamiento adecuado y la imprudencia juegan un papel crucial en estos trágicos incidentes. Además, las rutas y calles de la región, muchas veces en mal estado o con escasa señalización, no contribuyen a la seguridad de los motociclistas.
Es fundamental reforzar las políticas de seguridad vial, promoviendo el uso de casco y ropa protectora, y mejorando las condiciones de las rutas. Las autoridades deben intensificar los controles y la educación vial, especialmente para los conductores más jóvenes, que suelen ser los más afectados por estos accidentes.
No obstante, los automovilistas también deben asumir su responsabilidad en el tránsito. No deben demonizar a los motociclistas, sino estar atentos a su presencia en las rutas, respetando su espacio y adoptando una conducción defensiva y protectora.
Las motocicletas pueden ser una opción de movilidad eficiente, pero únicamente si se usan con responsabilidad y en un entorno seguro. De lo contrario, seguirán siendo protagonistas de las estadísticas fatales de la región.
• El Ciudadano.