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El Cura Gaucho “es una invitación a reconciliarse con Dios”

Ante una multitud de peregrinos que visitaron el Santuario de Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero, el obispo de Cruz del Eje, monseñor Hugo Ricardo Araya, destacó que “el corazón de Brochero palpitaba el deseo de ofrecer la misericordia de Dios”.

“Sabía que el perdón de Dios nos vuelve a poner de pie, que la confesión es el primer paso en el viaje de regreso a Dios; y confesaba horas y horas bajo un algarrobo, en cualquiera de las capillas, y acá en esta tierra santa”, recordó.

Y añadió: “Él, que había testimoniado saber perdonar y saber pedir perdón. Era misericordioso en sus relaciones, era un hombre de paz, de comunión. Él sabía saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios y quería terminar su vida ofreciendo esa misericordia”.

El prelado sostuvo que “en el corazón de Brochero palpitaba el deseo de confesar y el de predicar, de dar catequesis, de explicar el Evangelio”.

“No hablar en las nubes o para gente de otro tiempo o de otro lugar. No hablar de una historia vieja, él sabía por experiencia que la palabra de Dios es siempre para hoy y que habla al corazón de cada uno, hoy”, diferenció.

En este sentido, comentó: “Brochero es una invitación a reconciliarse con Dios y con los hermanos. Brochero es una invitación a entrar en trato familiar y asiduo con el Evangelio, con la Palabra de Jesús”.

Monseñor Araya invitó a pedir por los jóvenes, por una Iglesia que dé espacio al protagonismo de los jóvenes, que escuche sus innumerables dolores, que responda a sus anhelos más profundos”.

*Aica