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Esparcieron las cenizas de “Sordo” Báez en una emotiva caravana

La comunidad ciclista y vecinos de la región se reunieron para homenajear al icónico Alfredo “Sordo” Báez, en un evento que combinó emoción y respeto por uno de los mayores referentes del deporte en Traslasierra.

La ceremonia, desarrollada días atrás, comenzó en el Club Ciclista de Villa Dolores, lugar emblemático donde se esparcieron parte de las cenizas de Báez. Desde allí, partió una caravana que recorrió la ruta hacia Las Tapias, pasando por caminos que solía transitar Alfredo en vida.

El punto final fue la plazoleta que él frecuentaba en Las Tapias, donde se llevó a cabo un segundo homenaje. Familiares, amigos y deportistas locales se congregaron allí para recordar su legado. Palabras de agradecimiento y muestras de afecto resonaron entre los presentes, quienes destacaron su humildad, pasión por el ciclismo y ejemplo de vida.

Un legado que trasciende el deporte

Alfredo “Sordo” Báez falleció a los 92 años, pero dejó una huella imborrable en la comunidad. Su amor por la bicicleta no sólo lo llevó a competir durante décadas, sino también a inspirar a generaciones de jóvenes deportistas. «No era solo un ciclista; era un referente de humildad, esfuerzo y alegría», comentaron sus amigos más cercanos.

La caravana y el homenaje marcaron el último recorrido simbólico de Báez, quien durante años recorrió esas rutas, creando lazos profundos con sus compañeros de ciclismo y vecinos.

Este homenaje fue una oportunidad para recordar que su legado no terminó con su partida. Quienes lo conocieron aseguran que su ejemplo seguirá rodando por las rutas del Valle de Traslasierra.

¡Hasta siempre, Alfredo! Dejaste el camino marcado.