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Desafíos urgentes en Villa Dolores tras el impacto de la tormenta

La furia de la tormenta que azotó ayer a Villa Dolores evidenció una vez más las carencias de infraestructura y planificación que afectan a la ciudad. En apenas una hora, la cantidad de agua caída alcanzó niveles alarmantes, superando entre un 35% y un 40% del promedio mensual acumulado para enero, según reportó Defensa Civil.

El fenómeno meteorológico, que también tuvo impactos significativos en localidades como Santa Rosa de Calamuchita y Alpa Corral, golpeó con especial intensidad a Villa Dolores, donde se registraron precipitaciones de hasta 100 milímetros en algunos barrios. Esto equivale a 100 litros de agua por metro cuadrado, suficiente para inundar calles y generar daños materiales considerables.

Acciones provinciales y pedidos históricos

Tras la tormenta, el gobernador Martín Llaryora instruyó a los Ministerios de Gobierno y Desarrollo Social para contactarse de inmediato con el intendente Maximiliano Rivarola, quien solicitó acelerar proyectos de infraestructura que ya habían sido planteados en reuniones previas. Las obras, cuyo costo rondaría los 5 mil millones de pesos, incluyen mejoras en el sistema de desagües pluviales, una necesidad que la ciudad arrastra desde hace décadas y que quedó nuevamente en evidencia tras este evento.

Se espera que las gestiones avancen esta semana con reuniones programadas en la Casa de Gobierno en Córdoba, donde Rivarola buscará asegurar el financiamiento necesario para ejecutar las obras.

“Pan y circo”: una mirada crítica a la gestión municipal

Mientras la tormenta ponía a prueba la infraestructura de la ciudad, la Comisión Directiva de la Cámara de Profesionales, Servicios y Comerciantes de Traslasierra (CAPSECOT) emitió un comunicado cargado de críticas hacia la gestión municipal. El documento, titulado “El ‘Pan y circo’ que cava trincheras”, plantea que las prioridades del gobierno local no reflejan las necesidades urgentes de los ciudadanos.

El comunicado cuestiona la falta de planificación para prevenir inundaciones, el deterioro de calles e instalaciones comerciales, y la ausencia de soluciones concretas frente a problemas recurrentes como los vendedores ilegales en el centro de la ciudad. Además, insta al intendente a escuchar las preocupaciones de los vecinos y superar la polarización que, según el texto, está “aniquilando cualquier posibilidad de progreso real”.

Una problemática estructural

El informe de Defensa Civil no solo detalló la magnitud del fenómeno meteorológico, sino que también subrayó la responsabilidad compartida entre los ciudadanos y el municipio. La acumulación de residuos en bocas de tormenta impidió el escurrimiento efectivo del agua en varios puntos críticos de la ciudad, agravando los daños.

“Es imprescindible el compromiso de los vecinos en sacar los residuos en los días correspondientes. Bolsas, botellas y otros elementos bloquean el drenaje y agravan la situación”, advirtió el organismo.

Un llamado a la acción

Con las calles aún mostrando las secuelas de la tormenta y la comunidad expresando su malestar, el intendente Rivarola enfrenta un desafío crucial. Tiene ante sí la posibilidad de transformar la crítica en una oportunidad para avanzar en soluciones concretas que mitiguen el impacto de futuros fenómenos climáticos.

Villa Dolores necesita una hoja de ruta clara para abordar no solo los efectos inmediatos de la tormenta, sino también las causas estructurales que hacen que eventos como este se conviertan en desastres para sus habitantes. La gestión de obras públicas y la generación de un diálogo constructivo entre las autoridades y la comunidad serán clave para evitar que las lluvias vuelvan a ser sinónimo de caos.