La Departamental San Alberto informó esta mañana, alrededor de las 07:30, que los principales ríos de Traslasierra registraron un leve incremento en sus niveles debido a las lluvias recientes. El río Mina Clavero (foto) alcanzó el nivel 1, mientras que los ríos Panaholma y Chico de Nono mostraron un aumento moderado. A pesar de las precipitaciones continuas, el caudal de los cursos de agua no ha representado hasta el momento un aporte significativo para su embalse zona.
Es que el Dique La Viña, una de las reservas hídricas más importantes de la provincia, aún no supera los 83 metros, lo que lo mantiene lejos de su cota máxima de 100,5 metros. Las lluvias en las cuencas todavía no han sido lo suficientemente abundantes como para producir un incremento considerable en el nivel del embalse. Sin embargo, estas precipitaciones tempranas, que se esperaban recién para los próximos meses, han generado expectativas alentadoras para el sector agrícola, ya que la humedad actual del suelo reduce la demanda de riego en las zonas productivas.
Emergencia hídrica
A pesar de este alivio parcial, la situación sigue siendo crítica en Villa Dolores, donde rige una emergencia hídrica declarada mediante la Ordenanza 2.989/23, que estará vigente hasta el 31 de mayo de 2024. La normativa establece severas restricciones para el uso del agua con el fin de priorizar el consumo humano y evitar el desperdicio. Queda prohibido el riego de jardines y espacios públicos, el llenado de piletas particulares y el lavado de vehículos en la vía pública.
Las excepciones contemplan únicamente el riego de árboles y el lavado de veredas, siempre que se realicen con balde y en los horarios estipulados por el Ente Intermunicipal Aguas de Traslasierra (EINAT). Además, se permite el lavado diario de veredas en clínicas, hospitales y dispensarios bajo las mismas condiciones. El EINAT es el encargado de supervisar el cumplimiento de estas medidas, con la facultad de aplicar sanciones ante cualquier infracción.
Expectativas para los próximos meses
Si bien las lluvias actuales representan un respiro, se advierte que la crisis hídrica no ha terminado. La continuidad de las precipitaciones será clave para revertir la situación en los próximos meses. Mientras tanto, el monitoreo constante de los niveles de los ríos y del Dique La Viña permitirá anticipar posibles crecidas y garantizar tanto la seguridad de la población ribereña como la disponibilidad de agua en la temporada seca.