Existe gran preocupación de los intendentes cordobeses frente al «Plan Motosierra» que promueve la eliminación de las tasas municipales y que consideran una amenaza para los servicios esenciales en el interior profundo del país.
En medio de una intensa discusión sobre la implementación del programa «déficit cero» impulsado por el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, los intendentes de la provincia de Córdoba han alzado la voz para advertir sobre las posibles consecuencias de este plan en sus municipios. Según los jefes comunales, la estrategia, apodada como el «Plan Motosierra», podría llevar a una grave desfinanciación de las administraciones locales y poner en riesgo la prestación de servicios esenciales para las comunidades.
El foco del conflicto: las tasas municipales
El eje de la controversia radica en el cobro de tasas municipales. Para el Gobierno Nacional, estos tributos representan una carga adicional para los ciudadanos y una de las causas de la presión inflacionaria. En esta línea, el ministro Caputo ha solicitado recientemente a los gobernadores que intervengan para eliminar todas aquellas tasas que no se ajusten estrictamente al costo de los servicios públicos que respaldan. Caputo ha calificado dichas tasas como «ilegales y arbitrarias» y asegura que su eliminación brindaría alivio económico a las familias argentinas.
Sin embargo, los intendentes sostienen que esta medida demuestra un desconocimiento profundo sobre la realidad de los municipios. «No se puede entender cómo funcionan las finanzas locales ni el rol que cumplen las administraciones municipales en la vida diaria de las comunidades», argumentan los jefes comunales.
Villa Dolores como ejemplo de la problemática
En el Valle de Traslasierra, el intendente de Villa Dolores, Maximiliano Rivarola, se ha convertido en una de las voces más analíticas de la situación. En un contexto donde muchas ciudades de la provincia dependen exclusivamente de los fondos coparticipables que envía la Provincia de Córdoba, Rivarola destacó que cualquier recorte adicional podría marcar un «punto crítico» para la sostenibilidad de los gobiernos locales.
“Villa Dolores, como tantas otras ciudades del interior, no cuenta con subsidios nacionales como Buenos Aires. Aquí, los proyectos y servicios se financian con recursos propios y con el aporte coparticipable provincial”, subrayó el mandatario.
Rivarola enumeró algunos de los servicios esenciales que dependen de los ingresos municipales: barrido y limpieza de calles, recolección y separación de residuos, mantenimiento de luminarias, atención primaria de la salud en dispensarios locales, y hasta el riego y cuidado de calles y espacios públicos. “Eliminar las tasas municipales tendría un impacto devastador. Los intendentes somos quienes enfrentamos directamente las necesidades y urgencias de nuestros vecinos, y todo eso requiere recursos”, explicó.
El aumento de las demandas sociales
Además del impacto económico directo, los intendentes destacan que la situación social en los municipios es compleja. La crisis económica nacional ha llevado a un aumento en la demanda de servicios municipales, desde asistencia social hasta iniciativas de empleo y salud. “La eliminación de tributos locales no solo desfinancia, sino que también limita nuestra capacidad de respuesta ante las crecientes necesidades de la comunidad”, vienen advirtiendo los jefes comunales en consonancia con la postura de Rivarola.
El argumento de los intendentes va más allá de lo económico. Para ellos, esta propuesta ignora la autonomía que debe caracterizar a los gobiernos locales, cuya proximidad a las necesidades de los vecinos los convierte en un actor clave en la gestión cotidiana de las ciudades.
Un llamado a la reflexión
La postura de los intendentes no implica una negativa al diálogo, sino un pedido urgente para que el Gobierno Nacional considere las particularidades del interior del país. En ciudades como Villa Dolores, donde las administraciones municipales deben equilibrar los recursos disponibles con la demanda de servicios y los proyectos de crecimiento urbano, el cobro de tasas representa no solamente una herramienta de financiación, sino también un mecanismo de gestión comunitaria.
“No podemos comparar nuestra realidad con la de ciudades que reciben aportes extraordinarios. Es necesario preservar la capacidad de los municipios para funcionar y brindar los servicios básicos que toda comunidad necesita”, finalizó Rivarola.
En este debate sobre la distribución de los recursos y la relación entre el poder central y los gobiernos locales, los municipios mientras tanto siguen sosteniendo a sus comunidades y proyectarse en un contexto desafiante.