Villa Dolores celebró la gloria futbolística alcanzada por la Selección Argentina en Plaza Mitre, frente a la Basílica Nuestra Señora de los Dolores: familias enteras se estrecharon en un abrazo gigante ante la imagen de la Santísima.
En este marco, el padre Juan Pablo Díaz, apasionado de los deportes, se subió a la altísima cúpula del templo local ante la mirada atónita y fascinada de los dolorenses. Allí el cura, quien además es maratonista, celebró y agradeció a la Virgen la obtención del título.

Al igual que en todo el territorio nacional, los festejos se prolongaron por varias horas. Cánticos, espuma, brindis, lagrimas, tambores, varias vueltas olímpicas a la Plaza Mitre y un desahogo rotundo caracterizaron a la ansiada celebración en el centro de Villa Dolores.
La capital del oeste cordobés quedó tapizada de celeste y blanco gracias a los gorros, pelucas, vuvuzelas y banderas portadas por los vecinos que protagonizaron escenas de celebración con expresiones populares dignas de un pueblo que merecía finalmente una alegría.