Los casos de abuso sexual estremecen a la sociedad por el horror al que han sido sometidas las víctimas y por la repugnante conducta de los agresores: algunos aún actúan en el anonimato, otros se encuentran a la espera de juicios, varios ya han sido condenados y otros tantos recuperan su libertad al cumplir sus sentencias.
¡Hagamos memoria!
• En Chancaní, una mujer de 39 años con un retraso madurativo que la asemeja a “una niña”, protagonizó una triste historia. En esa localidad, el peón rural Carlos Ariel Villarreal la violaba, incluso obligando a su progenitora, también con discapacidad, a observar los ultrajes sexuales. Fue condenado a siete años de prisión.
• Santos Tito Acuña Rojas es considerado supuesto autor del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente”, contra su hija, de 13 años, a quien dejó embarazada y a quien se le practicó un aborto legal. El hecho ocurrió en los meses de septiembre y octubre de 2021.
• Antonio Atala Garay, de 58 años, fue condenado a 16 años de prisión efectiva por abuso sexual simple doblemente agravado, continuado, y promoción a la corrupción de menores. Se lo encontró culpable de seis hechos en perjuicio de dos menores de 5 y 6 años de Villa Dolores.
• Mario Abel Veragua es responsable de varios delitos sexuales con acceso carnal agravado, continuado y reiterado. Fue sentenciado a 23 años de prisión. Los ultrajes ocurrieron en Los Hornillos, entre 2010 y 2014, en una comunidad conocida como “El Flujo”, donde el abusador ocupaba la posición de líder, habiendo sido víctimas dos mujeres.
• Cinco años y nueve meses de prisión le aplicó la Justicia de Villa Dolores a Mauricio López, por encontrarlo responsable de abusos sexuales contra un menor de edad. El condenado había llegado a juicio acusado de abuso sexual simple agravado. Sin embargo, hubo un cambio de carátula, por la de abuso sexual gravemente ultrajante agravado.
• Roberto Clavero, sindicado por haber violado sistemáticamente a su hijastra Antonella Ricci, espera su juicio en la cárcel de Villa Dolores. La madre de la víctima, Analía Montenegro, está acusada de ser partícipe necesaria de los delitos que comenzaron a los tres años de la denunciante y siguieron hasta que cumplió los 22.
• Nicolás Alejandro Roveres, Matías Jesús Contrera y Leandro Ariel Oviedo son considerados supuestos coautores del delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por pluralidad de autores, contra una menor de edad. El hecho habría ocurrido la madrugada del 6 de marzo de 2022 en Villa Dolores. Están alojados en la penitenciaría local mientras se instruye la causa.
Entre nosotros
Los casos, todos ocurridos en la zona, son múltiples y hasta emblemáticos. Dan cuenta, al menos en las causas con sentencias, de la presencia de los delincuentes sexuales en esta sociedad. Muchos nunca llegan a ser descubiertos y pasan sus vidas practicando vejámenes sin que sus víctimas puedan llegar a efectuar una denuncia. Otros purgan condenas y en algún momento recuperarán la libertad.
En este marco, surge un interrogante: ¿tienen posibilidades de reinserción? ¿Carlos Ariel Villareal, Antonio Atala Garay, Mario Abel Veragua, Mauricio López y Roberto Clavero (en caso de ser condenado), tienen realmente posibilidades ciertas de cambiar y reinsertarse a la sociedad como buenos samaritanos?
No existe un tratamiento o terapia específica para los delincuentes sexuales, y el método estrictamente penitenciario muy difícilmente modifique la conducta del violador. Para males, son muchos los abusadores que reinciden, lo que da la pauta de que no deberían poder salir de la cárcel quienes no estén en condiciones.
Alternativa
Sólo queda una alternativa y es muy valiosa: un mayor conocimiento de la sexualidad y la socialización de los valores del respeto a la persona y su voluntad, a través de los padres, campañas de sensibilización y la escuela, donde debiera tener un papel cada vez más importante la Educación Sexual Integral, como contenido transversal a la largo de toda la trayectoria escolar de los alumnos.
A estas alturas, la verdadera manera de evitar el daño es la prevención.
• El Ciudadano