En la región de Traslasierra, la producción de papa es una actividad agrícola clave, tanto por su impacto económico como por la mano de obra que demanda. Sin embargo, este cultivo, tradicionalmente basado en técnicas convencionales, ha generado preocupaciones por el uso intensivo de químicos, que afecta la salud de la población y la calidad del suelo. Ante esta situación, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) propone una reconversión hacia la agroecología, una alternativa más sostenible y saludable.
César Gramaglia, ingeniero agrónomo e integrante de la Red de Agroecología del INTA (REDAE), explica que, actualmente, los productores aplican entre 600 y 800 kilos de fertilizantes químicos por hectárea, lo que ha provocado serios problemas medioambientales. En respuesta, Gramaglia y su equipo impulsan diversas iniciativas para fomentar la agroecología en Traslasierra. Entre ellas, destaca la experiencia en el pueblo de Los Cerillos, donde se implementó un proyecto de reconversión agroecológica en colaboración con la familia Cardinali, que obtuvo resultados positivos: una parcela de papa agroecológica superó en un 7% los rendimientos de la papa cultivada convencionalmente.
“Es un mito pensar que la agroecología no es rentable. Hemos demostrado que producir de manera agroecológica reduce los costos de producción y ofrece un producto más saludable”, afirma Gramaglia en declaraciones realizadas al medio Tiempo Argentino. Esta experiencia ha dado pie al fortalecimiento de redes que conectan directamente a productores y consumidores, eliminando intermediarios y reduciendo costos ambientales.
La iniciativa también ha contado con el apoyo de organizaciones locales, como la ONG Zapam Zucum, que organizó un encuentro en Los Cerrillos con el objetivo de promover la producción agroecológica. Además, el director de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Ambiente de Córdoba, Pablo Rivero, quien implementó proyectos similares en Villa Ciudad Parque, participó activamente en este proceso. Juntos, buscan generar una transición hacia prácticas más sostenibles sin afectar la economía local.
El proceso de reconversión no está exento de desafíos. Aunque muchos agricultores ven con escepticismo el cambio, Gramaglia subraya que la propuesta no busca confrontar, sino integrar a los productores y trabajadores rurales en una transformación que beneficie a todos. «La agroecología no es una solución rápida, pero sí una forma de garantizar un futuro más justo y saludable», concluye el ingeniero.
En este contexto, el rol del consumidor es fundamental. Gramaglia resalta la importancia de estar informados sobre el origen y la forma en que se producen los alimentos que consumimos. «La agroecología es una ciencia que se basa en el diálogo de saberes y en la colaboración, no solo en la rentabilidad», concluye.
La reconversión hacia la agroecología en Traslasierra se presenta como una alternativa viable y necesaria para proteger tanto la salud humana como el medio ambiente, marcando el camino hacia una producción más justa y sostenible en la región.