Ayer se concretó el escrache contra Cosme Demonte en Las Rabonas, donde el genocida tiene cárcel domiciliaria desde hace dos meses.
Participó la comunidad de Las Rabonas con vecinos y vecinas del Valle de Traslasierra.
En caravana de autos y caminata se recorrieron los 4 kilómetros que distancian la ruta de Las Rabonas hasta el domicilio elegido por el genocida para esconderse.
«Domicilio que estaba vallado con media sombra, que no impidió que se escucharan los cantos y la lectura de un documento sobre el repudio tanto al genocida como al juez Leandro Ríos, responsable de esta prisión domiciliaria ilegítima», informó la Mesa de Derechos Humanos de Traslasierra.
Los vecinos expresaron de este modo -en pacífica movilización- que «el único lugar para un genocida es la cárcel común y cómo el poder judicial no está cumpliendo con esa premisa».