Una nueva modalidad de estafa digital encendió las alertas entre contribuyentes. En los últimos días, se viralizaron correos electrónicos enviados supuestamente por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) —organismo que reemplazó a la disuelta AFIP— reclamando el pago de presuntas deudas impositivas. Pero se trata de un fraude: los mensajes son falsos y forman parte de una maniobra de phishing, un tipo de ciberdelito que busca robar datos personales y bancarios.
Los correos tienen una apariencia oficial, con lenguaje técnico, cifras precisas y hasta remitentes que simulan pertenecer al dominio “afip.gob.ar”. El texto notifica al supuesto deudor sobre la generación de una multa, con fecha y monto exactos, e incluye un enlace para “descargar el informe”. Pero al hacer clic, el usuario se expone a que los ciberdelincuentes accedan a sus datos confidenciales.
Desde ARCA negaron categóricamente el envío de estos correos y recordaron que nunca solicitan pagos ni datos personales por email, redes sociales, Whatsapp o teléfono. La única vía oficial para comunicaciones fiscales es el Domicilio Fiscal Electrónico, al que se accede exclusivamente con CUIT/CUIL y Clave Fiscal en el sitio oficial www.arca.gob.ar.
“Estos mensajes buscan engañar a los contribuyentes para que ingresen sus claves o información financiera. Es una maniobra de suplantación de identidad que ya desmentimos el año pasado”, indicaron desde el organismo en un comunicado. La recomendación es clara: no abrir enlaces sospechosos, no descargar archivos adjuntos y no responder correos con solicitudes de datos.
La estafa no es nueva. Ya en 2024, tras la disolución de la AFIP por decreto presidencial, comenzaron a circular mensajes similares. En muchos casos, los remitentes utilizan dominios falsos o manipulados para aparentar oficialidad. Según expertos, este tipo de phishing es cada vez más sofisticado y apunta a víctimas desprevenidas en contextos de alta tensión económica o cambios institucionales.
Cómo reconocer y evitar este tipo de estafas:
• Desconfiar de correos electrónicos con errores ortográficos, enlaces extraños o lenguaje alarmista.
• No compartir contraseñas ni datos sensibles a través de ningún canal digital.
• Cambiar con regularidad las claves personales y activar la verificación en dos pasos.
• Verificar siempre la fuente: si hay dudas, ingresar de forma directa al sitio oficial del organismo o banco, sin usar enlaces recibidos.
• Denunciar cualquier intento de phishing enviando el correo sospechoso a phishing@afip.gob.ar.
Desde el Ministerio de Seguridad también insisten en extremar precauciones en internet, y recuerdan que ningún organismo público solicitará datos confidenciales por vías informales. Frente al avance de las estafas digitales, la mejor defensa sigue siendo la información y la prevención.