Desde mediados del siglo XX, la región de Traslasierra fue clave en la lucha contra la deforestación, impulsando proyectos pioneros de reforestación y conservación de los bosques nativos. Con iniciativas como la entrega de plantas a precios accesibles, asesoramiento técnico y la creación del Vivero Forestal Nacional «Villa Dolores», la zona se consolidó como un referente en el cuidado ambiental. Estas acciones no solo restauraron la vegetación, sino que también sentaron las bases para el manejo forestal sustentable en Córdoba y el país.
La introducción de las máquinas a vapor, la expansión de la construcción de viviendas y la creciente demanda de envases de madera provocaron una fuerte deforestación en el país. Para mediados del siglo XX, esta situación comenzó a preocupar a diversas entidades y autoridades, que buscaron estrategias para revertir la pérdida de bosques nativos.
En junio de 1947, la Sociedad de Fomento Regional Villa Dolores tomó la iniciativa y propuso abordar el problema de la silvicultura mediante la entrega de plantas a precios promocionales desde la esfera oficial. La propuesta incluía también asesoramiento técnico para la plantación y el mantenimiento de montes de abrigo, barreras contra el viento y la explotación responsable de la madera.
Ese mismo año, la Dirección General de Agronomía de la provincia de Córdoba anunció un ambicioso plan de reforestación con la colaboración de jefaturas políticas, municipalidades, escuelas y entidades culturales. Como parte de este proyecto, durante la conmemoración del Día del Árbol se planificó la distribución de 25 mil plantas a cada departamento cordobés, con el objetivo de recuperar la vegetación nativa y mitigar los efectos de la deforestación.
El 25 de septiembre de 1948 se dio un paso clave a nivel nacional con la sanción de la Ley 13.273, que estableció la defensa, mejoramiento y ampliación de los bosques en todo el país. La normativa abarcaba la protección, restauración, aprovechamiento, conservación y fomento del manejo forestal, asegurando la sustentabilidad de los recursos naturales y la vida silvestre.
Desde 1963, el Vivero Forestal Nacional «Villa Dolores» se convirtió en un actor fundamental en la reforestación de la provincia. En aquel entonces, era el único establecimiento de su tipo en Córdoba y comercializaba el 95% de su producción en distintas ciudades argentinas. Con unas 17 hectáreas cultivadas y aproximadamente un millón de plantas en stock, el vivero abastecía de árboles a precios accesibles, dejando sólo un 5% de ganancia para la economía local, priorizando el impacto ambiental por sobre el beneficio comercial.
A través de estas acciones, Traslasierra demostró su compromiso con la restauración de los bosques y la sustentabilidad ambiental, contribuyendo de manera significativa a la reforestación de la provincia de Córdoba y del país.
• Fuente de datos históricos: Mg. María del Carmen Marietán.