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Avanza la nueva sede universitaria que transformará al valle

Villa Dolores se prepara para una transformación educativa: la nueva sede universitaria que cambia el mapa regional.

En pleno corazón del Valle de Traslasierra, barrio Las Acacias vive una revolución silenciosa pero contundente. La construcción de la nueva sede regional de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC) avanza con paso firme y un impacto que va mucho más allá del cemento y el hierro: es una apuesta al futuro de toda una comunidad.

Aunque la noticia de la obra ya circula hace meses, su importancia real se mide en testimonios y expectativas concretas. Con cerca del 20% del edificio ya levantado, este proyecto –con una inversión superior a los 5 mil millones de pesos– simboliza para Villa Dolores y la región la posibilidad de acceder a una educación universitaria pública, de calidad y adaptada a las necesidades locales, sin tener que migrar a grandes centros urbanos.

El nuevo campus será un espacio moderno y completo, con más de 2.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas que incluyen aulas híbridas, sala de profesores, biblioteca, lactario, centro de estudiantes y hasta una cantina, buscando no solo formar profesionales, sino crear un entorno integral para la vida universitaria.

La rectora Julia Oliva Cúneo subraya el valor estratégico del proyecto: “Villa Dolores es la única sede regional que inició este año con todas sus carreras con estatus universitario, y estamos abriendo nuevas propuestas formativas para los jóvenes de la región”.

Para quienes esperan dar el salto a la educación superior, la sede es mucho más que un edificio: es una oportunidad que puede cambiar vidas. Además, docentes y autoridades educativas celebran la posibilidad de jerarquizar la formación local y fomentar el arraigo, evitando la fuga de talentos.

Pero la construcción no se limita a Villa Dolores. La UPC ya extiende su red con una sede en Mina Clavero, apuntando a cubrir una amplia zona que incluye los departamentos San Javier, San Alberto, Pocho y Minas, con el objetivo claro de consolidar una universidad pública, inclusiva y federal, que acerque oportunidades donde más se necesitan.

Lejos de ser solo una obra, esta sede universitaria es un símbolo tangible de la transformación que la educación puede provocar en regiones históricamente postergadas. Y mientras se levantan las paredes, se levantan también las esperanzas de toda una generación.