Los ciclistas dolorenses Juan Pablo Pérez y Jerónimo Cepa, junto al riojano Ignacio Ortega (campeón nacional), realizaron una excelente Vuelta de la Juventud del Uruguay, desarrollada entre el miércoles 12 de octubre y el domingo 16.
El evento deportivo fue organizado por la Federación Ciclista de Montevideo y contó con cinco duras etapas, partiendo desde Montevideo hacia los departamentos de Canelones y Maldonado, para finalizar nuevamente en la capital uruguaya.
Los jóvenes integraron el equipo “Ortega Competición”, que fue dirigido técnicamente por Ignacio “Nacho” Pérez, de Villa Dolores, y que contó con Omar Ortega como delegado.
El equipo tuvo como líder a Juan Pablo, quien vistió la casaca respectiva hasta la última etapa, en la que él y sus compañeros dieron todo para preservarla. Finalmente, por circunstancias propias de las competencias, la victoria final se escapó pero el balance final resultó ser sumamente positivo.

“Morimos de pie”
Concluida la competencia, “Nacho” Pérez pormenorizó: “Juan Pablo estuvo de líder hasta el último día. La etapa final se disputó entre Salinas y La Rambla de Montevideo. Fueron 90 kilómetros con mucho viento. El desafío era enorme, porque nuestro equipo era chico: sólo tres corredores y dos de ellos de 16 años, en una categoría donde hay competidores de hasta 19 años. Sabíamos que la tarea de mantener la malla de líder era complicada”.
“En esos 90 kilómetros, se hicieron varias fugas y Juan Pablo estuvo muy atento. Mientras que Cepa y Ortega trabajaron mucho para defender el liderato. Pero tras varios ataques, se hizo una fuga que los chicos no pudieron conectar y tampoco ‘tirar abajo’. Finalmente, llegó la fuga la meta y Juan Pablo quedó en el puesto 12. Hasta los últimos kilómetros, los muchachos lo dieron todo. Como les digo a ellos: ‘Morimos de pie’”, graficó el director técnico.
Balance positivo
Los jóvenes ciclistas tuvieron un alto rendimiento y sobre todo una muy buena actitud en esta experiencia internacional.
“Trabajaron hasta el último kilómetro –valoró ‘Nacho’ Pérez–, tirando a la cabeza del grupo. Y pasaron por todas las adversidades, desde un pinchazo de Juan Pablo en una etapa hasta caídas de Ortega y Cepa. La actitud ha sido muy buena. No se pudo conservar el liderato porque el equipo era muy chico en comparación al resto y con corredores de poca edad”.
Elogiable la tarea de los juveniles, que estuvieron cinco días fuera de su casa, compitiendo contra equipos con mayores recursos y siempre dando pelea. Juan Pablo, en este marco, tuvo un rendimiento brillante, ubicándose constantemente entre los tres primeros.

“Ahora vuelven tranquilos a Villa Dolores, porque han dado batalla ante equipos que los doblaron en cantidad de corredores y de mayoría de edad, muchos de los cuales tienen como antecedentes haber competido en equipos europeos semi profesionales. Han trabajado como unos guerreros. Estamos orgullosos de ellos. Esta experiencia es un gran aprendizaje que les servirá para seguir formándose como grandes ciclistas”, cerró el experimentado director técnico.