En un país donde las malas noticias son permanentes, estando signadas por la inflación, la pobreza y la corrupción, existen hechos que permiten decir con determinación que ¡no todo está perdido!
En estos días y en el marco de las celebraciones por el Día de la Bandera, tuvo lugar un masivo homenaje en la Plazoleta Belgrano de Villa Dolores, encabezado por la intendenta Gloria Pereyra.
En la ocasión, unos 600 alumnos dolorenses realizaron su Promesa de Lealtad a la Bandera, así como los ex combatientes de Malvinas renovaron su compromiso ante la insignia patria.
En otro de los festejos, un hermoso gesto tuvieron los alumnos de cuarto grado del Colegio Sagrado Corazón: luego de prometer su lealtad a la celeste y blanca, les solicitaron a veteranos de guerra que rubricaran sus diplomas alusivos.
Ahora, en los respectivos certificados de Promesa de Lealtad, estudiantes llevan la firma de quienes consideran sus héroes. Participaron de esta hermosa experiencia tres veteranos de guerra locales: Tomás Eduardo «Yony» Chavero, Luis Saucedo y Raúl Vílchez.
La Guerra de Malvinas, iniciada por un gobierno de facto políticamente desprestigiado y en medio de una gran crisis económica, trajo mucho dolor.
Miles de jóvenes soldados dieron muestra de valentía y sacrificio; muchos de ellos dejando su vida. En los pueblos, como en el caso de Villa Dolores, sus respectivas partidas tuvieron un impacto enorme.
El reconocimiento a quienes actuaron en el conflicto bélico no fue inmediato, de hecho al principio los soldados fueron ocultados, olvidados y hasta negados.
Pasaron los años y hoy es sumamente emotivo y significante ver que los héroes locales tienen un compromiso renovado con la libertad, la igualdad y la dignidad, que se puso de manifiesto en el acto oficial del 20 de Junio.
Y es un hecho conmovedor, que pequeños que prometieron defender los valores que la Bandera, como los son la libertad, igualdad y solidaridad, hayan tenido el impulso de tener un autógrafo de nuestros héroes de carne y hueso, esos que viven entre nosotros.
La Bandera Argentina nos abraza a todos, en este caso a niños y a veteranos de guerra. El máximo símbolo del ideario de libertad con el que nació la Patria, encarnado en los valores de Manuel Belgrano, recobra con estas acciones humanas su verdadero valor.
Ojalá algún día las malas noticias sean simplemente anécdotas en un país que pueda desarrollarse dignamente, poniendo en práctica los valores belgranianos, con respeto a nuestra Madre Patria y lo heredado de ella.
• Redacción El Ciudadano