Vender drogas se presenta, para algunos, como una atractiva forma de lograr dinero rápido y constante. Un caso que sirve para ejemplificar esta realidad mundial ocurrió tiempo atrás en el Valle de Traslasierra, cuando un joven vendió su caballo para crecer en el oscuro negocio.
Ocurrió en Villa Sarmiento y salió a la luz pública cuando la Fuerza Policial Antinarcotráfico realizó dos allanamientos (foto) y detuvo a un muchacho de 26 años. Ambos operativos se realizaron en dos viviendas ubicadas en calle Mariano Moreno y contaron con la colaboración de Policía de Córdoba en la seguridad del anillo exterior.
Además de desarticular un punto de venta de drogas, las dotaciones de la Fuerza Policial Antinarcotráfico incautaron varias dosis de marihuana, una carabina y elementos presuntamente relacionados al fraccionamiento y comercialización de estupefacientes.
Según las investigaciones, el detenido criaba un caballo de carrera el cual vendió para dedicarse a la comercialización de sustancias ilícitas. En ese momento, la Fiscalía de Segunda Nominación de Villa Dolores dispuso el traslado del joven y la remisión de lo secuestrado a sede judicial por presunta infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes 23.737.
Para el muchacho resultaba sumamente atractivo “invertir” el mayor dinero posible en el negocio de las drogas, dados sus altos márgenes de ganancias. Para ello, qué mejor alternativa que vender el caballo y así multiplicar sus ingresos.
Lamentablemente y de manera cada vez más periódica las fuerzas de seguridad informan sobre detenciones y desarticulación de puntos de ventas de estupefacientes en la zona, entre los cuales empieza a sonar la cocaína con mayor regularidad. Tal vez sea sólo una parte minúscula del gran entramado mafioso que de forma silenciosa y omnipotente crece en la región.
Traslasierra no escapa al fenómeno de las drogas y, hasta el momento, poca conciencia existe sobre esta problemática que enferma incentivando las adicciones, al tiempo que su comercialización se presenta como alternativa de “mejora existencial”.
La probabilidad de que la venta de estupefacientes sea entendida como una “salida laboral” para algunos sectores, depende directamente del crecimiento de la vulnerabilidad social y de la falta de oportunidades y expectativas de desarrollo personal a través de la formación y el esfuerzo. Trabajar sobre ello debiera ser una prioridad.
• El Ciudadano