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SUBSIDIOS. Dios continúa atendiendo en Buenos Aires

Los subsidios, tan criticados como defendidos, siempre generan controversias en Argentina…

Generalmente, se cree que los únicos subsidios que financia el Estado nacional se vinculan sólo a planes asistenciales; pero no es así, también están los subsidios económicos que tienen por principal finalidad reducir el costo de los servicios públicos, como la electricidad, el gas y el transporte público.

Si se toma a modo de ejemplo el caso de la electricidad, su generación y transporte son competencias de la Nación, mientras que la distribución al usuario final es competencia de las provincias. Bajo la misma lógica, el transporte urbano es competencia provincial y municipal.

No obstante, la distribución de la electricidad y el transporte urbano están a cargo del Estado nacional en el caso particular del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), compuesta por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y los municipios del Conurbano bonaerense.

Claro está que la realidad no es justa; ¡absolutamente para nada!…

¿A qué se debe esto? Pues bien: el Estado nacional financia, con fondos federales, subsidios a los servicios públicos que deberían ser financiados por CABA y la Provincia de Buenos Aires en el Conurbano por una simple razón: la política partidaria.

En concreto, los gobiernos de turno siempre buscan evitar el impacto de las subas de tarifas en el área más densamente poblada de Argentina, con objetivos netamente electorales.

Es de esperar que en algún momento de la historia de este país, se equiparen los derechos entre los habitantes del interior del país y del AMBA.

Un paso en este sentido sería avanzar en el traslado de las competencias en materia de electricidad y transporte urbano a CABA y a la Provincia de Buenos Aires, y que ellas determinen si mantienen los subsidios y, en caso de hacerlo, financiarlos con sus propios recursos.

Es inconcebible que la Nación siga administrando y subsidiando los servicios del AMBA, perpetuando de esta manera los insultantes privilegios que ostenta en detrimento del resto del país.

El Ciudadano

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