con la empresa estatal Corredores Viales S.A., que acumula una deuda de 30 millones de dólares. La decisión genera incertidumbre sobre el futuro de rutas claves como la Ruta 148, que conecta a Traslasierra y presenta un avanzado deterioro, poniendo en riesgo la seguridad vial.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el Gobierno ha decidido transferir al sector privado el mantenimiento y operación de las rutas nacionales, en respuesta al elevado déficit operativo de la empresa estatal Corredores Viales S.A., que acumula una deuda de 30 millones de dólares y no ha cumplido con los estándares mínimos de mantenimiento, según la versión oficial.
“Corredores Viales S.A., que hasta diciembre funcionaba con fondos del Tesoro Nacional, no ha podido mantener sus operaciones tras la eliminación de esas transferencias y la implementación de aumentos tarifarios,” explicó Adorni. Por ello, se abrirá una licitación a empresas privadas, tanto nacionales como internacionales, que cumplan con los requisitos de seguros necesarios para garantizar un servicio más eficiente.
El anuncio plantea dudas sobre el destino de rutas nacionales críticas, como la Ruta 148, que conecta a la región de Traslasierra y puntualmente a Villa Dolores. Esta vía ha sufrido un notable deterioro, con profundos baches y falta de mantenimiento, lo que representa un grave peligro para la seguridad vial. Los habitantes de la zona y autoridades locales esperan que la privatización incluya la reparación urgente de esta ruta.
En el marco de la política de ajuste del gasto público impulsada por la administración de Javier Milei, se argumenta que la medida busca mayor eficiencia en la gestión de las rutas. Sin embargo, el interrogante sobre cómo se abordarán las reparaciones prioritarias, como las de la Ruta 148, mantiene la expectativa en la región de Traslasierra.