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La Basílica enfrenta cambios tras la muerte del presbítero Peralta

La Basílica Nuestra Señora de los Dolores atraviesa un momento de incertidumbre tras la muerte del presbítero Daniel Peralta.


Un lamentable suceso golpeó a la comunidad de la Basílica Nuestra Señora de los Dolores. El presbítero Daniel Peralta, de 59 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras conducía su vehículo, que impactó contra una moto estacionada en Plaza Mitre. Afortunadamente, el incidente no dejó más víctimas. Sin embargo, la inesperada partida de Peralta deja una vacante importante en la Basílica, donde justamente asumía como rector.

El legado de Peralta, un hombre de profunda vocación y servicio a la comunidad, deja una huella imborrable en quienes lo conocieron. Su ausencia genera inquietud, ya que el liderazgo de la Basílica es fundamental en la vida religiosa y espiritual de los fieles de la región.

Ante esta situación, el obispo de la Diócesis de Cruz del Eje, Ricardo Araya, aseguró que Hugo Agüero continuará con el rol de administrador parroquial. Agüero, un sacerdote con experiencia en la función, será quien coordine las actividades y ofrezca el apoyo espiritual necesario mientras se organiza el futuro del lugar.

A fin de mes, Guillermo Bossi, sacerdote, tomará el cargo de vicario parroquial. Araya indicó que la transición se llevará a cabo de manera progresiva, evaluando las necesidades pastorales y religiosas de la Basílica. La Diócesis está comprometida en asegurar la continuidad del servicio espiritual en la parroquia y en brindar el acompañamiento necesario a la comunidad en este tiempo de cambio.

El futuro de la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores se verá influenciado por estos cambios. La población espera con esperanza la llegada de nuevos líderes que sigan adelante con la misión que se le había encomendado a Peralta.