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El caso Vargas sigue generando repercusiones tras su liberación

José “Chapino” Vargas cumplió una condena de 10 meses por violencia de género contra su exesposa, la actual intendenta Silvana Michelini.

Aunque ya no ocupa el cargo de intendente, el nombre de José Alberto “Chapino” Vargas sigue resonando con fuerza en Los Cerrillos. El jueves, el exjefe comunal recuperó la libertad luego de haber cumplido condena por violencia de género contra su exesposa, Silvana Michelini, actual intendenta de esa misma localidad.

La sentencia había sido dictada por la Cámara del Crimen de Villa Dolores en el marco de un juicio abreviado. Vargas fue condenado a 10 meses de prisión efectiva tras reconocer su responsabilidad en los hechos imputados: lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género, amenazas reiteradas y desobediencia a la autoridad, todo en concurso real.

El acuerdo fue alcanzado entre la defensa del exintendente, a cargo de Gabriel Gramática Bosch, y el Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal de Cámara Sergio Cuello. El juez Raúl Castro homologó la pena en la Sala Unipersonal N°1, dando cierre formal a una causa que tuvo fuerte impacto público en la región.

Vargas había sido detenido en noviembre de 2024 por orden de la fiscal Lucrecia Zambrana. Tras más de ocho meses alojado en la Unidad Penitenciaria N°8, la condena fue considerada cumplida.

La salida en libertad de Vargas no pasó inadvertida en Los Cerrillos. El contexto de la causa —una relación marcada por episodios de violencia, ahora judicialmente comprobada— mantiene un clima de atención y seguimiento en la comunidad.

La situación también plantea interrogantes sobre los límites entre lo político, lo personal y la justicia, en una localidad donde los protagonistas de esta historia siguen ocupando espacios de poder y visibilidad pública.