En el corazón de Traslasierra, entre los hermosos paisajes de San Javier y Yacanto, la magia del lugar parece envolver a quienes lo visitan. El pintoresco pueblo serrano, donde la naturaleza y las tradiciones se fusionan en una experiencia única, tiene un lugar emblemático: el Bar de Mario Giménez.
Al llegar al pueblo, la ruta te lleva directamente a la plaza, un espacio que surge de la nada después de una curva. Elegantes palmeras adornan la plaza, y en su frente, la iglesia se alza orgullosa con su imponente torre. Es como si la vista estuviera pensada para ofrecer una experiencia mística, un instante suspendido en el tiempo.
Pero eso no es todo. Del otro lado de la plaza, una cuadra llena de negocios ofrece lo mejor de la artesanía local. Y, en el borde de la plaza, se encuentra el famoso Bar de Mario Giménez, un lugar que no es simplemente una tienda, sino una pieza fundamental del pueblo.
El Bar tiene algo especial, algo que atrae tanto a locales como a turistas: un alero bajo que funciona como galería protectora de un musiquero que, con sus acordes, convierte el espacio en un rincón de alegría y camaradería. Los parroquianos se sienten en casa, y los turistas, cautivados por el ambiente, no dudan en sentarse en las mesas dispuestas hasta en la calle.
Mario Giménez, el dueño, tiene una habilidad única para combinar la tradición y la calidez. Su Bar lo tiene todo: desde comida para las gallinas hasta nafta para las motos. Y algo que realmente lo distingue es su fernet, considerado el mejor de todo el Valle de Traslasierra. “Tengo botellas añejas de hace 20 años. Mientras más tiempo tienen, más rico es el fernet. Uno se da cuenta que está bien preparado cuando en la espuma se hacen pintitas negras”, cuenta con orgullo Mario.
Mario es la segunda generación al frente del Bar, que comenzó en la década de 1980 con Doña Olga Oviedo de Giménez. Este lugar tan querido fue declarado de interés turístico y cultural según el Decreto N° 38/22, del 3 de diciembre de 2022, durante la gestión del intendente Martín García.

Martín García, el mandatario de San Javier y Yacanto, resalta la dedicación de Mario: “No me extrañaría que ahorre en fernet”, dice, y no le falta razón, ya que en un país donde la inflación devora los ahorros, el fernet se convierte en un verdadero capital.
El Bar de Mario Giménez es mucho más que un bar: es un lugar de encuentro, un emblema de Traslasierra. Es el sitio obligado para quienes desean experimentar la auténtica idiosincrasia de la región. Con un vaso grande de fernet para compartir, acompañado de una picada y la hospitalidad de Mario, este rincón serrano se convierte en una parada imprescindible para los que buscan conocer el alma de nuestra hermosa Traslasierra.
• Lic. Mauro Tello, El Ciudadano.