El foco está puesto en las ochos especies del orden carnívora que habitan el chaco árido provincial. En las 90 mil fotos ya recolectadas, detectaron especies en peligro de extinción.
Las biólogas Julia Paulucci y Verónica Quiroga, investigadoras del Instituto de Diversidad y Ecología Animal del CONICET y la UNC, hace unos meses comenzaron un estudio para determinar la abundancia de mamíferos en el chaco árido cordobés. Para ello, instalaron 70 cámaras trampa al mismo tiempo.
Según consigna el rotativo La Voz, los dispositivos están ubicados desde el sur de las Salinas Grandes hasta la Reserva Natural Provincial Chancaní. Se activan cuando detectan movimiento o una marca térmica diferente. Desde mayo hasta ahora, ya tomaron 90 mil fotografías, que deben clasificarse de manera artesanal y bajo la supervisión de ojos expertos.
De acuerdo a la información, el foco está puesto en las ocho especies de la orden carnívora (no confundir con carnívoros, animales que comen exclusivamente animales) que habitan en la zona: puma, gato montés, gato del pajonal, yaguarundí, zorro gris, zorrino, hurón menor y huroncito patagónico.
Castigado
“El Chaco cordobés está muy castigado. Ha tenido una historia deforestación muy fuerte por el avance de la frontera agrícola. Eso tiene un impacto en la fauna”, señala Verónica al tabloide capitalino.
En la región estudiada conviven áreas protegidas como el Parque Nacional Pinas o Chancaní, con campos que combinan ganadería y conservación, y otros predios más impactados por las actividades humanas.
“Esperamos que las áreas protegidas sigan siendo claves para mantener las poblaciones, mientras que otros sectores afectados por las actividades antrópicas ya sean sumideros de especies, porque su supervivencia es inviable allí”, explica Julia al rotativo cordobés.
Clave
Para Verónica el estudio será clave para determinar cómo conectar los sectores donde estos animales aún sobreviven. “Será un insumo para que los tomadores de decisiones implementen un corredor del chaco árido. En los papeles existe esa figura, pero no están claras las acciones que se toman en ese marco”, apunta al tabloide.
En este sentido, la bióloga explica a La Voz que Pinas, Chancaní y otras áreas protegidas privadas no están conectadas, lo cual es necesario para la supervivencia y reproducción de estas especies. Y señala que para lograr un corredor hay que detener el desmonte, regular la ganadería y analizar cómo se impulsa el ecoturismo.
El trabajo recibe el apoyo de la Administración de Parques Nacionales, el Gobierno de Córdoba y algunos pobladores de la zona que están tomando conciencia de la problemática ambiental. Las cámaras estarán activas hasta octubre.
Otras especies
En base a la información, las cámaras han detectado guanacos y pecaríes quimileros, que están en peligro crítico de extinción para Córdoba. También se divisó la aparición del gato el pajonal, en estado vulnerable para todo el país. Y una confirmación que no alegra las biólogas es la gran abundancia de jabalíes, una especie invasora que afecta a los animales nativos.