Del 31 de octubre al 2 de noviembre, la ciudad recibe a más de 500 deportistas de distintos puntos del país en el Sexto Encuentro Nacional de Handball. Tres días de competencia, camaradería y turismo deportivo que sitúan a Villa Dolores como un epicentro del deporte en Traslasierra.
Durante este fin de semana, Villa Dolores cambia el ritmo habitual de sus calles por el pulso vibrante del deporte. Desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre, la ciudad es sede del Sexto Encuentro Nacional de Handball, una cita que reune a más de 500 jugadores y jugadoras, junto a sus familias, provenientes de 14 clubes de distintas provincias.
El evento, que ya se ganó un lugar en el calendario deportivo nacional, promete tres días de intensa actividad física, competencia y diversión. Pero también traerá consigo un impacto económico y social significativo, vigorizando el perfil turístico y deportivo de la región.
Este encuentro no es sólo una competencia: es una verdadera fiesta del handball, donde se mezclan el espíritu deportivo, el compañerismo y la posibilidad de disfrutar de nuestro entorno natural.
Las canchas de la ciudad —entre ellas el Polideportivo Municipal y el Club Comercio— serán el escenario de múltiples partidos que reunirán a categorías formativas y mayores, en una experiencia que combina el juego con el intercambio cultural.
El Encuentro Nacional de Handball se ha solidificado como una plataforma para fomentar el deporte entre los jóvenes y promover valores como la disciplina, el respeto y el trabajo en equipo. Pero además, se ha convertido en un motor de turismo deportivo, una tendencia en crecimiento que impulsa la economía local.
Durante los días del torneo, se espera una importante afluencia de visitantes que ocuparán plazas hoteleras, disfrutarán de la gastronomía regional y recorrerán los atractivos turísticos del valle. En cada edición, la llegada de las delegaciones deja ver el dinamismo de una ciudad que combina organización, hospitalidad y entusiasmo.
Con el inicio de noviembre, el sonido de los silbatos y el rebote del balón marcarán el compás de una ciudad que vive y respira deporte. Entre lanzamientos, atajadas y abrazos, Villa Dolores mostrará, una vez más, que el espíritu de equipo también se juega fuera de la cancha: en la calidez de su gente y en la energía que la convierte en la capital nacional del handball.

