Una historia que conmueve y destaca el valor de la preparación y el compromiso policial ocurrió en las últimas horas en barrio Los Plátanos, en la ciudad de Córdoba. La protagonista es Patricia Luján, una joven oficial ayudante de la Policía de Córdoba, oriunda de Villa Dolores, que logró reanimar a un bebé de tres meses que estaba sufriendo una broncoaspiración.
El hecho sucedió durante una patrulla de rutina que realizaba junto a su compañero Diego Moreno, de Cruz del Eje. Según relató la propia Luján en declaraciones a Radio Verdad, recibieron un llamado urgente del 911: una madre desesperada pedía ayuda porque su hijo no reaccionaba. Al llegar al lugar, encontraron al padre del pequeño en estado de shock, con el bebé inconsciente en brazos.
“Lo agarré, lo tapé con una colcha y subimos todos al móvil. En el trayecto al hospital le practiqué maniobras de primeros auxilios y logré que reaccione. Vomitó, empezó a llorar y ahí supimos que lo habíamos salvado”, explicó la oficial.
El móvil se dirigió de inmediato al Hospital de Pronta Atención María Teresa de Calcuta, donde el personal médico confirmó que el niño estaba fuera de peligro. El pequeño, llamado Jeremías, ya se encuentra en su casa recuperado, según informaron fuentes policiales.
La oficial Luján destacó la importancia de los cursos de primeros auxilios que recibió durante su formación: “Es fundamental estar preparados, porque nunca sabés cuándo te va a tocar actuar”. Tanto ella como su compañero fueron elegidos padrinos del bebé por sus padres, en un gesto cargado de gratitud y emoción.
La historia refleja un costado muchas veces invisibilizado de la tarea policial: el de servir, contener y actuar con humanidad. En este caso, literalmente, para salvar una vida.