Una nueva sacudida institucional golpea a la cúpula de la Policía de Córdoba. Por orden del fiscal Guillermo González, este viernes se concretó la detención del comisario mayor Maximiliano Gabriel Ochoa Roldán (foto), director de la Policía Caminera, acusado de liderar una presunta asociación ilícita con ramificaciones dentro y fuera de la fuerza.
Junto a él fueron detenidos al menos seis personas más, entre ellas policías de alto rango, asesores legales y civiles que habrían operado aprovechando información reservada de bases de datos oficiales para realizar maniobras ilícitas en causas judiciales.
Las imputaciones que pesan sobre los involucrados incluyen: enriquecimiento ilícito, peculado, encubrimiento, coacción, omisión de denuncia y acceso indebido a datos sensibles. En las últimas horas se realizaron 11 allanamientos en La Calera, Cosquín y otras localidades del interior, con resultados calificados como positivos.
Entre los detenidos también figura Leonardo Torres, jefe de la asesoría letrada de la Policía; Martín Heredia, comisario inspector de la Caminera; Jorge Gutiérrez, a cargo de la Dirección de Protección de Testigos; y Dante Villalba, chofer y suboficial en Jefatura. También fueron aprehendidos Gabriel Burkhart (civil) y Gastón Ochoa Roldán, abogado y hermano del jefe de la Caminera.
Según la investigación, los involucrados, en su mayoría efectivos con título de abogado, accedían a información confidencial del sistema policial —como antecedentes y planillas prontuariales— y la usaban para cobros extrajudiciales, operaciones inmobiliarias ilegales, fijación de honorarios y negociaciones paralelas, en connivencia con civiles y abogados particulares.