El centro de Córdoba fue ayer escenario de una movilización de familiares de las víctimas de la tragedia vial en el Camino de las Altas Cumbres, quienes exigieron la expulsión de Oscar González de la Legislatura.
La marcha tuvo como punto final a la Unicameral, donde los manifestantes fueron recibidos por representantes de distintos bloques.
Estuvieron presentes organizaciones sociales, políticas, de Derechos Humanos y el Foro de Familiares Víctimas de Siniestros Viales de Córdoba.
Además, participó de la protesta Soledad Laciar, la madre de Blas Correas, el adolescente que fue asesinado por la Policía.
En este marco, se exhibieron pancartas con el rostro del legislador y la leyenda «Oscar González, preso».
Reuniones
Al llegar a la Legislatura y luego de una dilatada espera, se dieron dos reuniones: por un lado con el oficialismo, que informó “no haber rechazado la moción” de expulsión de González; y por otro lado con los bloques opositores, los cuales presentaron la moción para que el legislador sea expulsado.
Según informó la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra, los familiares fueron escuchados por todos los legisladores.
Y destacaron que “lo fundamental es que esa moción presentada por la oposición de expulsión del legislador, luego de su tratamiento en comisión legislativa, será nuevamente votada”.
Traslasierra
También ayer hubo en simultáneo una movilización en Mina Clavero, convocada por compañeros de Alexa y Marina, las jóvenes víctimas que luchan por su vida.
La concentración fue en la rotonda de ingreso y se caminó hasta la plaza central de esa localidad.
Los estudiantes encabezaron la marcha, con carteles y consignas que eran repetidas entre quienes seguían la protesta. Más atrás iban “Los Sikuris”, que con música acompañaron también.
Se manifestaron al son de “tiene el poder pero lo va a perder”; y también sonó con fuerza: “Ole, ole, ole, ola… Oscar González como a los nazis te va a pasar: a donde vayas te iremos a buscar”.
Esta marcha fue parte de otra que ocurrió a la misma hora: se convocaron amigos y familiares en la Casa de Córdoba en Buenos Aires, donde el reclamo igualmente se hizo sentir.