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Fallece Filippa, condenado por el homicidio del taxista Ponce

Gabriel Alejandro Filippa, quien cumplía una condena de prisión por el asesinato del taxista Carlos “Rengo” Ponce, falleció en un hospital tras complicaciones de salud. Filippa, de 45 años, estaba recluido en una cárcel de Río Cuarto. Su traslado al nosocomio se produjo días atrás, pero los esfuerzos médicos no lograron estabilizarlo.

El caso de Ponce, ocurrido el 30 de mayo de 2005, marcó profundamente a la comunidad de Villa Dolores. El brutal homicidio de quien era un reconocido trabajador del volante generó conmoción y un prolongado proceso judicial que culminó en la condena de Filippa en 2007.

Un crimen que conmovió a Traslasierra

Carlos Ponce, de 47 años, fue asesinado tras ser abordado en su taxi por Filippa, quien simuló ser un pasajero. Según quedó establecido durante el juicio, Filippa contrató el viaje hacia la localidad de Chancaní, pero en el trayecto lo obligó a descender del vehículo bajo amenazas con una escopeta recortada. Posteriormente, le disparó dos veces a corta distancia, abandonando su cuerpo a un costado del camino.

El Fiat Siena blanco de Ponce fue hallado un mes después en Santiago del Estero, mientras que el arma utilizada en el crimen apareció meses más tarde en el mismo trayecto rural.

La confesión que cerró el caso

Durante el proceso judicial, Filippa fue el centro de diversas intrigas. Inicialmente, acusó a la viuda de Ponce y luego a un empresario local de haber orquestado un crimen por encargo. Sin embargo, en los días finales del juicio, confesó ser el único autor del asesinato, desmintiendo cualquier vínculo con las teorías de un complot.

La sentencia, dictada por un jurado popular, fue de 23 años de prisión por homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de un arma de guerra.

El fin de una historia oscura

Filippa era oriundo de San Francisco y luego fue residente en Mina Clavero. Permaneció sus últimos años en reclusión debido a la gravedad de los hechos perpetrados.

Con su fallecimiento, se cierra uno de los capítulos más impactantes en la historia policial de Villa Dolores, dejando atrás el recuerdo de un crimen que marcó a la familia de Ponce y a toda una región.