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¡Bien chuncano! Juan de la Cruz Altamirano, «El Iguana»

Por Jorge “Trueno” Soria | truenosoria92@gmail.com

Protagonista

El personaje que nos convoca es Juan de la Cruz Altamirano, bautizado por la sabiduría popular con un apelativo que replicó certeramente sus líneas faciales: «El Iguana». Aunque me ha sido imposible conseguir una instantánea, mi memoria guarda aún su rostro. Su hijo Alberto, me aseguró que su padre fue el primero que llevó puesto el disfraz de la Sisibuta (foto), títere colorido y gigantesco que con su pareja, Trifón, publicitaban por las calles bondades y ofertas de una antigua y conocida tienda de nuestra ciudad: La Dolores. Por eso, ilustro esta nota con esa imagen añosa que la recuerda cuando, seguramente, era portada por don Juan. Agradezco entonces a Alberto y a Roberto Ortiz por la charla que mantuvimos en el ya legendario Bar y Comedor El 74, en Barrio El Porvenir. Don Juan de la Cruz nació en Las Tapias, aquí cerquita, y trabajó muchos años de cocinero en los Hoteles Internacional y Champaquí. Fue un recordado vendedor ambulante de Sabino Loterías. También apodado ‘El Colorado’, fue una persona buena, honesta, que vivió en Barrios Piedra Pintada y Fátima. Un dato poco conocido: hacía muy buenas pizzas. Era ‘medio artista’ y le gustaba hacer ‘monadas’. Nuestro personaje era muy dicharachero y divertido. Con niños y niñas como espectadores, improvisaba acrobacias utilizando sus manos y brazos. Era ‘jodón’, le gustaba el vino blanco y andar mucho en su bicicleta, tipo inglesa, de color negro y con frenos a varilla.

Ocurrente

─ ¡Ya se vienen las oferta oferta oferta! ¡La Dolores oferrrta! ¡Véngase a La Dolores doñita, patrón! ¡La tienda que lo entiende y lo atiende como los diose! ¿Cómo anda don Truman?… ¡iá inpeccionó los zócalo del barrio y le caló todas las sandías a don Ortiz?! ¡Jajayyy! Toy saliendo del ‘güeco hediondo’ y iá enfilo por la Belgrano pa’ la plaza… ¡Adiós don Arguello! ¡Qué parece don Tero! ¡Uyyy, ái se vienen los Pantera Ponce! ¡Jejeyyy! ¿Todo lindo en la forrajería don Guiñazú? ¡Hola petizo!, ¿por qué te dicen Medio litro con soda, ah? ¡Jijiyyy! Mirá vos… pensar que por acá mismo venía el canal de los Moreno. Ahura no, pero cuando vuelva… vua pasar a ‘ensillá y desensillá varios potriyos blanco’ por los boliche: don Bringas, don Tolosa y don Corró… ¡y por el Clú Los Tala también, qué tánto! ¡Jojoyyy! Adiós don Emilio Jorge, ¿cómo dice que le va? ¿Qué cuenta de bueno don Chenones?, ¡no se le vaian a juntá las bananas con las tunas! ¡Jujuyyy! Vengansé todos pa’l hotel Internacional y el Champaquí pa’ que prueben las pizza que hago ió… ¡no se pueden manducar de equisitas que son! Vean… son tan, tan rica… ¡que da lástima comerlas!  

Vendedor

─ ¡Vendo los número premiao de la lotería de mañana, vendo! ¡El que me compre se para pa’ todo el viaje! ¡Vendo! Hola don Ramos, ¿me compra unito? Usté don Cressimonne, ¡cómpreme… dele! Ái’stá… don Varela me compra, ¡claváo! Tengo que pasá por don Boiero, don Nasif, el aserradero de los Vidal, don Gigena, don Petersen, don Salomón y don Herbón. Adiós don Pérez… ¡no se enoje si le digo ‘Cara sucia’ ¿no?! Ah, a don Quinzaño y don Tríbolo les tengo sus número. ¿Cómo anda doña Rochetti?, ¿quién ‘le ató’ su perrita ratonera con el perrito de la otra cuadra? ¡No, no se enoje! Bueh… mejor hago unas changa en la Terminal frente a la plaza, y de paso… tomo alguito en lo de Peral. Menos mal que voy de saco, pantalón, camisa y zapatos relucientes… ¡bien pituco! ¡Vendo los últimos entero y fraccione pa’ hacerse mionario de una buena veee! ¡‘Los gordo’ y ‘la grande’, vendooo!