“Agroecología a la carta” es una publicación que reúne 14 artículos que recuperan la diversidad propia de la agroecología. Entre ellos, existe un informe de César Gramaglia, del INTA Villa Dolores, que da cuenta de los avances obtenidos en esta zona hacia otro modelo productivo, mucho más amigable con el ambiente y la salud de las personas. Citando ejemplos del “buen hacer”, el ingeniero local pone en valor a la agroecología. Leamos y conozcamos a quienes hacen patria; en esta oportunidad, el caso de Cabañas y Chacra Churrinche.
En San Javier, se encuentra el emprendimiento agroturístico Cabañas y Chacra Churrinche, ocupando cuatro hectáreas dedicadas a la producción de frutos secos (nogales), frutales de carozo (duraznos, ciruelos) y frutales de pepita (variedades de manzanos de bajos requerimientos de horas de frío). Además, dispone de gallinas ponedoras y llamas para aprovechar las especies herbáceas.
Brinda alojamiento a través de dos cabañas totalmente equipadas, ofreciendo los productos agroecológicos procedentes del espacio productivo (nueces, dulces de frutas, huevos, panes caseros, hierbas aromáticas desecadas).
Para incrementar la biodiversidad se han introducido diferentes especies de árboles frutales y, además, distintas variedades dentro de una misma especie. De esta manera, se amplía la época de la cosecha, se reducen los riesgos abióticos, bióticos y económicos, se evita la concentración de las tareas rurales (por ejemplo, la recolección) y se distribuye mejor el flujo financiero.

Se armaron corredores biológicos mediante la utilización de distintas especies de aromáticas y medicinales (lavanda, cedrón, salvia, romero) con la finalidad de generar refugios para los insectos benéficos (polinizadores, predadores y parasitoides) y regular la población de los insectos perjudiciales.
En tanto, se aplica agua de riego a través de un sistema localizado de microaspersores, y se aprovecha el sistema de fertirriego para la aplicación de biofertilizantes líquidos elaborados a nivel intrapredial.
Además, se producen biofungicidas y bioinsecticidas para controlar en forma preventiva a las enfermedades y las plagas que afectan a los árboles frutales.
En este proyecto se mantienen las especies nativas que integran el bosque serrano y en la zona de los bordes se permite además que se desarrolle la vegetación espontánea, con el objetivo de conservar la biodiversidad y favorecer la regulación biótica en el espacio productivo.
• El libro «Agroecología a la carta» (UniRío Editora, 2022) se puede descargar en este link.