La Red Federal Bosque-Clima inauguró en la Reserva de la Defensa de Ascochinga la primera estación dendrométrica de Córdoba, con sensores de alta resolución que registran el crecimiento de los molles. La iniciativa permitirá proyectar cambios en los bosques nativos y diseñar estrategias de adaptación al cambio climático en el territorio provincial.
¿Cómo crecen nuestros bosques y qué nos pueden contar sobre el cambio climático? La Red Federal Bosque-Clima, un proyecto científico federal, busca responder a estas preguntas mediante la instalación de la primera estación dendrométrica de Córdoba, ubicada en la Reserva de la Defensa de Ascochinga, al norte de las Sierras Chicas. Esta iniciativa representa un paso estratégico para monitorear especies del bosque chaqueño serrano y generar información clave para la gestión sostenible de los ecosistemas nativos.
Las estaciones dendrométricas utilizan equipos de alta precisión que registran variaciones en el diámetro de los árboles a nivel de micrómetros, sumando sensores de temperatura y humedad del suelo. Estos instrumentos permiten identificar cuándo comienza y termina la estación de crecimiento leñoso de cada especie, qué condiciones ambientales regulan su desarrollo y cómo eventos climáticos extremos afectan la dinámica forestal. La información recolectada será esencial para proyectar los cambios más probables en los bosques durante el siglo XXI y orientar políticas de manejo y adaptación al cambio climático.
El investigador Diego Gurvich (foto), del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET y UNC), lidera el proyecto en Córdoba. Según Gurvich, “los árboles no solo crecen; nos cuentan cómo está cambiando el mundo a su alrededor. Escucharlos a través de estas estaciones nos permitirá anticipar escenarios, proteger los bosques nativos y tomar decisiones más acertadas en un mundo en transformación”.
La estación monitorea seis ejemplares de molle (Lithraea molleoides), especie clave del bosque serrano cordobés. Se eligieron árboles de distintos tamaños para evaluar variaciones individuales y comprender mejor la respuesta de cada ejemplar frente a factores ambientales. Estudios previos indicaron que los molles crecen entre 1 y 2,4 milímetros por año, dependiendo de su ubicación y las condiciones climáticas.
El sistema de dendrómetros de alta resolución registra movimientos del tronco cada 15 minutos, permitiendo analizar tanto cambios diarios como variaciones anuales en parcelas completas. Hasta ahora, la Red Argentina de Dendrómetros de Alta Resolución (RADAR) se concentraba principalmente en la Patagonia andina, monitoreando alerces, araucarias y lengas, con estaciones posteriores en Yungas, Selva Paranaense y Bosques Chaqueños del norte argentino. Con la nueva estación en Córdoba, la red amplía su cobertura a regiones y especies previamente poco representadas, fortaleciendo la ciencia federal y la gestión sostenible de los bosques.
La Reserva de la Defensa de Ascochinga, con casi 3.400 hectáreas administradas por la Fuerza Aérea y la Administración de Parques Nacionales, incluye especies como espinillo y chañar, además del molle. Los datos obtenidos permitirán diseñar estrategias de conservación, formar recursos humanos a través de tesis de grado y posgrado, y brindar información científica que contribuya a mitigar los impactos del cambio climático en Córdoba y el país.
Esta iniciativa subraya la importancia de integrar ciencia y gestión ambiental, destacando el valor de los bosques nativos como reguladores del ciclo del agua, sumideros de carbono y refugio de biodiversidad, mientras se fortalece la formación de especialistas comprometidos con la conservación y la sostenibilidad.

