Un grave accidente de tránsito ocurrido en Villa Dolores volvió a instalar con crudeza el debate sobre la seguridad vial y la falta de responsabilidad en las calles.
El hecho sucedió el domingo a las 7:45 de la mañana, en la esquina de avenida San Martín y Tomás Edison, cuando una motocicleta Motomel 110 cc, conducida por dos hombres de 29 y 33 años, colisionó con un vehículo que inmediatamente se dio a la fuga.
Ambos ocupantes de la moto fueron trasladados de urgencia al Hospital Regional. El mayor de ellos, de 33 años, permaneció internado en estado crítico con un traumatismo de cráneo grave y, finalmente, falleció el miércoles a las 00:30 horas. Su acompañante, de 29 años, sufrió lesiones leves y la pérdida de piezas dentarias.
La investigación policial permitió un rápido avance en la identificación del rodado involucrado. El mismo domingo, a las 11:10, personal de la División Investigaciones secuestró una Toyota Hilux y procedió a la identificación de su conductora, una joven de 24 años, quien quedó a disposición del magistrado interviniente.
El hecho no solo conmociona por la pérdida de una vida, sino porque expone una conducta cada vez más repetida en las calles: la fuga tras un siniestro. El Código Penal argentino establece que abandonar a una persona herida constituye un delito, sin embargo, la naturalización de este tipo de actitudes preocupa a vecinos y autoridades.
La tragedia del domingo no es solo una noticia policial. Es un llamado urgente a recuperar el respeto por la vida en la vía pública. Educación vial sostenida, controles eficaces y compromiso ciudadano son claves para frenar un flagelo que, en lo que va del año, ya dejó cientos de víctimas en la provincia.
La muerte del joven de 33 años se suma a una estadística dolorosa que no deja de crecer, pero también interpela a toda la comunidad: cada accidente vial es, en definitiva, un drama humano que puede y debe evitarse.