Tiene 17 años y aún lucha por rehacer su vida tras el choque en el que murió una docente. El exlegislador Oscar González busca evitar el juicio penal.
Alexa Álvarez tenía 14 años cuando su vida dio un giro irreversible. Viajaba junto a su amiga Marina y la madre de ésta, la docente Alejandra Bengoa, cuando el legislador Oscar González —a bordo de un BMW oficial del Poder Legislativo— tuvo una colisión de frente con el vehículo en el que iban, en la Ruta E-34 de las Altas Cumbres. Alejandra murió en el acto. Alexa quedó parapléjica. Marina sufrió múltiples lesiones.
Hoy, con 17 años, Alexa enfrenta su rehabilitación física y emocional mientras el exlegislador imputado por el hecho intenta evitar el juicio penal solicitando una probation. Las familias de las víctimas se opusieron con firmeza a esa salida alternativa.
“Pasar de tener una vida más simple, libre, como toda adolescente, a estar en una silla de ruedas no es fácil”, expresó Alexa en una entrevista con el programa Aquí Petete de Radio Mitre Córdoba. Y añadió: “Tengo muchas cosas guardadas, dolor, angustia. Me siento muy impotente”.
La joven aseguró que recuerda perfectamente lo que ocurrió ese día: “Yo lo vi. Él fue el responsable de todo. Él se cruzó y chocó”. También reveló que González nunca se disculpó con ella: “Nunca apareció, nunca estuvo”.
Sobre el intento del exlegislador de compensar económicamente a las víctimas, Alexa fue categórica: “Oscar González es un corrupto. ¿Cómo puede comparar tres vidas con plata?”
Finalmente, pidió justicia con una voz que estremece: “Yo tenía derecho a viajar bien. Marina, Alejandra, las tres teníamos derecho a tener una vida plena y este hombre se cruzó y nos chocó”. Y dirigió un mensaje directo a la fiscal del caso: “Solo le diría que sea íntegra. Que sea justa”.