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Once años sin respuestas: el caso de Silvia Gloria Gallardo

Hoy se cumplen 11 años de la desaparición de Silvia Gloria Gallardo en Yacanto, un hecho que conmocionó a la comunidad de Traslasierra y que hasta la fecha sigue sin esclarecerse.


Un día de calor de febrero de 2014, Silvia Gloria Gallardo, de 34 años, fue vista por última vez en la localidad de San Javier – Yacanto, Traslasierra. Era habitual que viajara cada semana a la ciudad de Córdoba por trabajo, razón por la que nadie se alarmó, en principio, con su ausencia. Pero cuando su hermana contó los días sin noticias de ella, le preguntó a una compañera de trabajo si sabía algo: le contestó que no la había visto en semanas.

Gloria, como también la llama su familia, es la tercera de ocho hermanos y hasta su desaparición vivía en San Javier – Yacanto con su hija Yamila y su yerno, Hugo Suárez, en una casa que ella había construido. Según ha contado su núcleo familiar, ese vínculo hacía tiempo había dejado de ser bueno: tenían peleas constantes y quería pedirles que se fueran de su casa porque la convivencia ya no era sostenible.

El miércoles 12 de febrero de 2014, Gallardo tenía un pasaje comprado para viajar de Villa Dolores a Córdoba capital, pero nunca llegó a su destino. Su boleto de colectivo fue utilizado por alguien, pero todo indica que no fue ella: ese día, en el horario que coincidía con el trayecto, se activó el celular de su hija Yamila en varias celdas del recorrido.

Las sospechas que tiene la familia sobre lo que pasó apuntan a un homicidio. Creen que Hugo Suárez, en colaboración con su hija Yamila, asesinaron a Silvia después de una discusión y se deshicieron de sus restos en un pozo balde que está ubicado en un terreno colindante con la casa en la que convivían.

Dos días antes de su desaparición, Silvia le había pedido a su hermana Analía Prado reunirse para hablar de la situación familiar. Ese encuentro no pudo concretarse, pero Silvia alcanzó a contarle a otra hermana, Beatriz, que quería echar de su casa a su yerno. Familiares están convencidos de que la discusión terminó de la peor manera.

Entre los indicios que han enumerado sus allegados ante la prensa, hay uno que les resulta perturbador: poco después de la desaparición de Silvia, Hugo Suárez ahorcó y enterró a los animales de la casa, perros y gatos que eran inseparables de ella. La familia cree que intentó evitar que los animales reconocieran su rastro.

El caso está caratulado como averiguación de paradero y es investigado por la fiscal Lucrecia Zambrana, de la Fiscalía de Instrucción de Villa Dolores. En 2018, se realizó un operativo en los alrededores del pozo balde que se encuentra cerca de la casa de Gallardo, donde se encontró semienterrada ropa de ella. Sin embargo, la búsqueda dentro del pozo, de unos 60 metros de profundidad, nunca se realizó en profundidad.

En paralelo, la hija de Silvia y su pareja fueron imputados por falso testimonio en la causa. Mintieron sobre su ubicación el día de la desaparición y cuando se verificaron las celdas de sus teléfonos, se comprobó que habían mentido. Además, se detectó que el teléfono de Yamila se activó en varias celdas del trayecto del micro en el horario en que Silvia debía haber viajado, lo que refuerza la hipótesis de que fue ella quien utilizó el boleto.

A día de hoy, no hay pruebas concretas sobre lo sucedido con Silvia Gallardo. La Fiscalía de Villa Dolores no ha avanzado en la hipótesis del pozo balde, pese a los reclamos de la familia. En este mes de febrero se cumplen 10 años de su desaparición y de no haber avances en la investigación, en 2026 el caso podría archivarse.

El Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de 1 millón de pesos para quien pueda aportar datos que lleven a dar con el paradero de Silvia Gloria Gallardo. Pueden comunicarse de manera anónima al 134.

Reclamo

Desde aquel 12 de febrero de 2014, el paradero de Silvia es un misterio. No hay imputados ni avances significativos en la causa que permitan dilucidar qué le sucedió. Su familia y la sociedad han mantenido viva la búsqueda, pero las respuestas siguen ausentes.

La Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra recuerda este aniversario con un reclamo incesante de verdad y justicia. La organización pregunta: “¿Por qué la Fiscalía no abrió nuevas líneas de investigación? ¿Por qué no se profundizó en peritajes claves, como los del entorno de su domicilio o el pozo cercano? ¿Es que algunas vidas no importan?”.

El tiempo avanza y la incertidumbre persiste. La falta de acción y la demora en la Justicia plantean una preocupación mayor: ¿Se dejará que la causa prescriba sin respuestas?

El caso de Silvia Gloria Gallardo sigue siendo una herida abierta en la región y un recordatorio de que, sin compromiso judicial, la impunidad prevalece.