En un fallo que ha suscitado una amplia controversia, la jueza Sandra Cúneo ordenó la restitución del hijo menor de Constanza Taricco, quien ha sido enviado a Alemania para residir con su padre, Sorens Hans. La decisión, que ha generado intensas críticas, ha puesto en el centro del debate la actuación judicial en casos de disputas internacionales de custodia.
El niño de 6 años fue separado de su madre, Constanza Taricco, mientras que su hermana de 10 años permanecerá en Argentina bajo la custodia de su abuelo materno. Existe la posibilidad de que en el futuro la niña también sea trasladada a Europa, aunque esta decisión aún no se ha concretado.
La resolución de la jueza Cúneo ha llevado a la legisladora Luciana Echeverría a presentar un pedido de jury contra la magistrada, acusándola de «mal desempeño, negligencia grave y desconocimiento inexcusable del derecho». Echeverría ha criticado la perspectiva de la Justicia en este asunto, calificándola de «patriarcal y adultocéntrica», y ha argumentado que el caso refleja una problemática más amplia que afecta a muchas otras familias en situaciones similares.
La denuncia también incluye una crítica a la represión policial durante una marcha en Mina Clavero en apoyo a Taricco, así como al tratamiento de las personas que se movilizaron en su defensa. Este movimiento ha ayudado a visibilizar una serie de «injusticias sistemáticas» que, según la legisladora, afectan a numerosas familias.
El caso ha desencadenado un debate profundo sobre la protección de los derechos de los menores y la eficacia del sistema judicial en la resolución de disputas internacionales de custodia.