La Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos del Valle de Traslasierra participó del Quinto Encuentro de la Mesa Nacional de Lucha Contra el Abuso Sexual, en el Museo Antropológico de la ciudad de Córdoba.
En la oportunidad, se dieron cita Madres Protectoras que están judicializadas por haber denunciado el abuso de sus hijxs.
En algunos casos, como el de Flavia Saganías, tienen prisión domiciliaria por haber denunciado en redes, después de comprobar que la Justicia no realizaba la investigación correspondiente.
Otras, como Gilda Morales, han debido pasar por pericias psicológicas porque según algunas fiscales “convencían a sus hijxs del abuso”.
“Mucho dolor e impotencia ante un delito con secuelas tan graves en cualquier persona, pero mucho más si se da en niñxs y adolescentes”, lamentó la Mesa de Trabajo de Traslasierra.
De todos los casos presentados, que eran una muestra de lo que pasa en distintos lugares del país donde la Justicia vulnera a infancias y adolescencias abusadxs, hubo uno que conmocionó: una madre oriunda de La Rioja contó que su hijo Nicolás, ante tanto atropello judicial, optó por suicidarse.
Colectivos feministas y organizaciones de toda la provincia de Córdoba y del país, estaban presentes para interiorizarse de semejante vulneración a las infancias y a sus madres.
En la foto se muestra el expediente de la instrucción del abuso del hijo de Gilda Morales, que lleva nueve años de lucha y aún no se imputa al agresor.

