El primer oficio religioso documentado en San Pedro fue un casamiento realizado el día 10 de abril de 1826 en el “Oratorio de San Pedro”. Así figura en los libros de casamientos del “Beneficio de San Xavier”, que abarcaba los actuales departamentos San Alberto y San Javier.
Es posible que el Oratorio empezara a funcionar un poco antes, sin embargo los libros de bautismos entre 1824 y 1837 fueron quemados en una de las incursiones de las montoneras en Nono, en la casa donde vivía el cura José Gregorio Patiño -que tenía los libros parroquiales-, perdiéndose dicha información.
Es a partir de ese momento que el pequeño poblado denominado “Río de los Sauces” empieza a conocerse como “San Pedro del Río de los Sauces”, un nombre que antes no había sido mencionado en documentos y que daría a entender que quizás la imagen del Santo Patrono fue puesta por primera vez en ocasión de inaugurarse esta primera Capilla, erigida en terrenos de la familia compuesta por Don José Eugenio Ahumada y Doña Cecilia Funes, prósperos comerciantes y hacendados de la región, en el mismo lugar donde se encuentra hoy.

En 1834, se hizo el primer retablo del altar mayor -según consta en la parte posterior del mismo-, siendo la extensión de la Capilla de unos 15 metros de largo aproximadamente.
A fines de 1857, los sampedrinos emprendían una suscripción para poder construir una nueva Capilla de San Pedro que sustituyera a la antigua. Sin embargo este anhelo demoraría varios años más.
Después que el 4 de diciembre de 1858 se creara el Departamento San Alberto, el 24 de diciembre del mismo año el vicario Dr. Eduardo Ramírez de Arellano ordenó la creación del Curato de San Alberto. A partir de allí tiene sus libros la Parroquia de San Pedro, constando la partida más antigua como Parroquia el 25 de septiembre de 1859.

La Capilla fue seriamente dañada por el terremoto de Mendoza de 1861, es así que se decide una nueva construcción poniéndose la piedra fundamental el 7 de junio de 1867 por el presbítero Francisco Ignacio Aguirre.
Con la llegada de José Gabriel Brochero en 1869, la construcción tomó un nuevo impulso sumando importantes modificaciones. Para ello, implementó una fábrica de ladrillos en el mismo pueblo y así logró techar la capilla, pudiendo dar la primera misa en la nueva construcción el 29 de junio de 1870.
Luego con ayuda de los vecinos fue adornando la Iglesia. La pila bautismal se compró en 1877, un sillón de jacarandá en 1878, así como también se arregló la imagen del Santo Patrono.
A muy pocos años del bicentenario de la creación de la primera Capilla de San Pedro, se recuerda tal acontecimiento, pues significa el nacimiento de esta comunidad, que ya venía creciendo rápidamente tal como lo demuestran los censos de campaña de 1813 y 1822.
• Del libro «San Pedro, historia de nuestro pueblo. Sandra Luchini, Dora González. Editorial Brujas, Córdoba. Dic 2021.

