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Sobreendeudamiento, el verdadero problema fiscal de Argentina

La deuda pública nacional argentina, de acuerdo a datos del economista Jorge Colina, alcanza los US$ 460.000 millones, equivalente al 66% del Producto Bruto Interno (PBI), una cifra que, aunque no es inusual comparada con otros países, se vuelve inmanejable debido a las altas tasas de interés que debe pagar el Estado: 53% anual en letras del Tesoro en pesos y alrededor de 10% en dólares para bonos de mediano y largo plazo. Estas condiciones dificultan la reducción de la deuda y generan crisis recurrentes, donde la necesidad de refinanciamiento o “salvatajes” externos se vuelve constante.

Desde enero de 2019 hasta agosto de 2025, de casi 80 meses, la deuda solo disminuyó en 20. Durante el resto del período, el endeudamiento creció un 35%, es decir, unos US$ 120.000 millones. El resultado es una “pileta” de deuda al borde del rebalse: aunque se logre equilibrar el déficit fiscal —la “canilla”—, la acumulación previa de deuda sigue generando presión y riesgo país elevado, además de limitar la capacidad de maniobra del Estado.

Colina advierte que los anuncios recientes sobre apoyos financieros de Estados Unidos, en forma de swaps o compras de bonos argentinos, no implican cancelación de deuda, sino asistencia temporal que permite postergar tensiones de liquidez. Es, en esencia, más deuda que se utiliza para cubrir vencimientos inmediatos.

El economista indica que para reducir la deuda de manera estructural, el país necesita sacrificios sostenidos: mantener superávit fiscal, permitir un tipo de cambio elevado y comprometer recursos para pagar obligaciones sin recurrir a nuevas emisiones. La experiencia chilena en la década del ’80 muestra que es posible desendeudarse, pero requiere disciplina económica y decisiones políticas difíciles de sostener en contextos democráticos donde los gobiernos enfrentan presiones por mantener el consumo interno bajo control.

En síntesis, el verdadero desafío argentino no es cerrar el déficit fiscal, sino contener y reducir el sobreendeudamiento, una tarea que demanda planificación, consenso y sacrificios concretos en el presente para asegurar estabilidad futura.