Los concejales de Villa Dolores dieron “luz verde” por unanimidad a un proyecto de ordenanza iniciado por el bloque de la mayoría para el cercado obligatorio del acceso a piscinas y/o piletas de natación de uso privado particular y privadas con acceso al público.
La iniciativa surgió a raíz de casos de ahogamientos de tres menores de edad, registrados últimamente en las localidades de Villa de Las Rosas y San Javier.
Consecuentemente, se incorpora al Código de Edificación distintos artículos sobre la regularización del rubro piletas y su cercado en el ejido municipal de Villa Dolores.
Entre las particularidades de lo normado, se establece como obligatoria la existencia de una distancia no menor de 2,5 metros medida desde el borde de la pileta hasta la línea municipal, linderos y superficie edificada, a fin de resguardar la estabilidad de las construcciones colindantes.
Los cercos de seguridad deberán tener un mínimo de 90 centímetros de altura, instalados a una distancia superior a 2,5 metros desde el borde de la pileta. Estos deberán contar con una puerta de acceso, con cierre seguro e inalterable.
Mientras que el diseño y los materiales utilizados para la construcción del cerco, deberán preservar la seguridad de las personas.