Un informe de la Universidad Austral expone la magnitud de los desafíos educativos en la Argentina. Los datos, basados en las pruebas Aprender, muestran que el aprendizaje en Matemática registra un deterioro sostenido, con una brecha marcada entre los estudiantes de distinto nivel socioeconómico.
En la escuela primaria, entre los alumnos más vulnerables la proporción que alcanza los aprendizajes mínimos pasó del 48% en 2016 al 39% en 2023. En el grupo de mayor nivel socioeconómico, la caída fue del 79% al 68%.
El panorama en la secundaria es aún más preocupante. En Matemática, sólo 1 de cada 20 estudiantes vulnerables logró los aprendizajes básicos en 2024, un retroceso respecto del 13% registrado en 2016. Entre los menos vulnerables, la caída también es significativa: de 54% a 28% en el mismo período.
En Lengua, en cambio, los resultados se mantuvieron estables o con mejoras leves, lo que refuerza la idea de que la enseñanza de Matemática atraviesa un problema estructural.
Especialistas coinciden en que, aunque las condiciones sociales influyen en el rendimiento, las escuelas tienen margen de acción. Factores como el clima escolar, la formación docente, la cantidad de horas de clase y la antigüedad de los directivos aparecen vinculados a mejores desempeños.
El informe plantea un desafío urgente: recuperar la enseñanza de Matemática como prioridad nacional, con metodologías más efectivas y un seguimiento más cercano de los aprendizajes de los alumnos.