En una iniciativa por proteger y restaurar los bosques de altura de las Sierras Grandes de Córdoba, la ministra de Ambiente y Economía Circular, Victoria Flores, anunció la entrega de $30 millones para apoyar a organizaciones dedicadas a la plantación de tabaquillo (Polylepis australis), un árbol fundamental en la conservación de las fuentes de agua de la región. Esta decisión busca fortalecer el trabajo de grupos que han liderado proyectos de restauración ecológica en áreas de gran importancia hídrica.
En este marco, la Subsecretaría de Biodiversidad lanzó la Mesa Provincial del Tabaquillo, un espacio que promueve la colaboración y visibilización de las organizaciones comprometidas con la restauración de los bosques de altura. Esta mesa impulsará acciones para consolidar la regeneración de tabaquillos, una especie clave para las cabeceras de cuencas hídricas.
“Los bosques de tabaquillo son guardianes de nuestras fuentes de agua”, expresó la ministra Flores, resaltando el impacto de esta especie en la captación de agua y la preservación de la biodiversidad. “Al restaurar estos ecosistemas, no sólo estamos cuidando el ambiente, sino también asegurando el abastecimiento de agua potable para gran parte de la provincia”, agregó.
Entre las organizaciones que recibieron fondos se encuentra Ordeñando Nubes, un proyecto cuyo nombre representa la capacidad de los bosques de altura para captar agua de forma natural. También Bosques de Agua, que ha logrado plantar más de 400 mil ejemplares de tabaquillo. Además, se beneficiarán organizaciones como Bosquizar, Sembradores de Agua, Waju, Bosques de Achala, Nacimiento del Río Mina Clavero y Consciencia Nativa, todas con un profundo compromiso en la protección de los recursos hídricos.
La importancia del tabaquillo
El tabaquillo prospera en altitudes superiores a los 1.800 metros. Este árbol tiene un papel vital en la retención de agua y en la lucha contra la erosión. Sus ramas, cubiertas de musgos y líquenes, absorben la humedad de la niebla y la lluvia, mientras sus profundas raíces ayudan a conservar los suelos fértiles, capturando y distribuyendo agua limpia en los arroyos y ríos de las Sierras Grandes.
Al apoyar la restauración del tabaquillo, se apunta a preservar la biodiversidad y a asegurar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras, promoviendo una convivencia sostenible entre la comunidad y los ecosistemas.