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De un palito a un gigante: la historia del ceibo de la Plazoleta Belgrano

Un pequeño ceibo plantado por alumnos de la Escuela Manuel Belgrano a principios de los ’90 se ha convertido en uno de los árboles más altos de la Plazoleta Manuel Belgrano de Villa Dolores. Décadas después, su semilla da vida a una nueva planta en el patio de la escuela, símbolo de continuidad y cuidado por la naturaleza.

A principios de la década del ’90, la Plazoleta Manuel Belgrano de Villa Dolores recibió un visitante muy especial: un pequeño ceibo que parecía no tener más futuro que el de un palito frágil, apenas capaz de sostenerse entre la tierra. Llegó a manos de la Escuela Manuel Belgrano a través de la Fundación Vida Silvestre, vinculada entonces al conductor y actor Julián Weich, y se convirtió en protagonista de una actividad escolar que buscaba algo más que plantar un árbol: sembrar conciencia ambiental y cuidado por la naturaleza.

La plantación fue guiada por la docente Olga Giovanini, quien recuerda con cariño aquellos días: “Era un palito insignificante, todos nos preguntábamos si iba a sobrevivir. Pero los chicos se involucraron con entusiasmo”. Nadie imaginaba que ese pequeño ceibo se transformaría décadas después en uno de los árboles más altos de la plazoleta, elevándose orgulloso justo detrás del busto de Manuel Belgrano, como un símbolo silencioso de perseverancia y paciencia.

La historia del ceibo no terminó allí. Susana Moreta, exalumna de la escuela, siempre pasa caminando junto al árbol y, estimulada por su crecimiento, decidió generar un joven arbolito desde esta planta madre y proceder a plantarlo en el patio de la institución. La pequeña planta, que empezó siendo apenas un brote, hoy alcanza casi un metro de altura, como si quisiera seguir los pasos de su árbol progenitor.

Ese ceibo gigante no solamente embellece la plazoleta; cuenta una historia de memoria, enseñanza y continuidad. Es un testimonio de cómo un gesto sencillo puede trascender generaciones, recordando que incluso las cosas más pequeñas pueden crecer y convertirse en algo que inspire a toda una comunidad.