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Cristina: Condena, paradoja política y batalla en tribunales internacionales

El fallo de la Corte Suprema que confirmó la condena por corrupción contra Cristina Fernández de Kirchner marcó un hito sin precedentes en la historia política argentina. Con seis años de prisión efectiva y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, la ex presidenta y ex senadora queda judicialmente fuera de la arena política nacional. Sin embargo, esta sentencia es solo el comienzo de una nueva etapa en su resistencia judicial y política.

La condena y su impacto

La Corte Suprema, integrada por Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, rechazó por unanimidad las apelaciones y confirmó la condena por la causa Vialidad. La investigación reveló una red de corrupción en la adjudicación de obras públicas en Santa Cruz, donde la empresa Austral Construcciones, vinculada a Lázaro Báez, recibió fondos millonarios mediante licitaciones direccionadas.

El perjuicio al Estado se calcula en 84 mil millones de pesos, que serán decomisados. La Corte argumentó que Cristina Kirchner actuó con conocimiento y voluntad del delito, descartando violaciones a las garantías constitucionales.

Pese a la condena, debido a su edad, la Justicia evaluará si cumple prisión domiciliaria.

La paradoja: “Ellos en libertad, yo presa”

Minutos después de la confirmación, Cristina Kirchner rompió el silencio desde la sede del PJ Nacional. Su discurso tuvo un tono contundente y desafiante. Denunció que “el partido judicial le pone cepo al voto popular” y afirmó que la Corte no es más que una fachada de intereses superiores.

Destacó la paradoja de su situación: “Ellos en libertad y yo presa. Esa es la paradoja”, en alusión directa a figuras como Sturzenegger, Caputo y los Macri, quienes, según ella, permanecen libres a pesar de sus controversias.

Además, declaró que “estar presa es un certificado de dignidad política”, subrayando su postura de resistencia y llamando al peronismo a mantener la lucha por los derechos sociales y políticos.

La reacción de Milei: “Justicia. Fin”

El presidente Javier Milei celebró el fallo y calificó la decisión de la Corte como “justicia”, utilizando la frase popularizada por su vocero Manuel Adorni. Al mismo tiempo, criticó duramente a un sector de la prensa por haber difundido rumores sobre un supuesto pacto de impunidad entre el Gobierno y Cristina Kirchner.

La batalla internacional: presentación ante la CPI y la CIDH

La defensa de Cristina Kirchner ya comenzó a preparar la respuesta internacional. Gregorio Dalbón, abogado de la ex mandataria, presentó ante la Corte Penal Internacional una denuncia por “persecución política, judicial y mediática”, además de presuntos delitos de lesa humanidad cometidos durante protestas sociales recientes.

Dalbón advirtió sobre la manipulación de nombramientos judiciales, la falta de imparcialidad y la aceleración de procesos con fines electorales. Solicitó a la CPI la apertura de una investigación preliminar y medidas preventivas urgentes.

Paralelamente, la defensa tiene un plazo de seis meses para elevar una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que puede emitir recomendaciones y, en caso de ser ignoradas, remitir el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Un futuro político incierto

Este fallo judicial redefine el mapa político argentino de cara a las elecciones de 2025. La condena pone fin a la carrera electoral de Cristina Kirchner y genera un vacío en el liderazgo kirchnerista.

Sin embargo, la lucha judicial se traslada a instancias internacionales, donde la ex presidenta buscará respaldo político y legal en la región y el mundo. Organismos multilaterales como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y apoyos de líderes internacionales están siendo considerados para acompañar esta nueva fase.

Conclusión

El caso Vialidad no solo sacude el escenario político nacional, sino que también abre un debate sobre la independencia judicial, la persecución política y la defensa de derechos humanos. Mientras Cristina Kirchner enfrenta la prisión y la exclusión política, su estrategia internacional redefine las fronteras del conflicto.

Esta historia está lejos de terminar.