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Cacerolazos en todo el país y final impensado en Córdoba

Miles de personas volvieron a manifestarse anoche contra el «decretazo» de Javier Milei en diferentes puntos de los grandes centros urbanos. La policía cordobesa cargó contra la gente en el Patio Olmos, con golpes y gas pimienta, y hubo detenidos.

En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, gran cantidad de manifestantes se movilizaron a las cercanías del Congreso Nacional golpeando sus cacerolas sobre la vereda, custodiados por la Policía Federal, cuyos efectivos se mostraron abiertamente filmando a los participantes, formados en las escalinatas del Palacio Legislativo, tras las rejas.

Las marchas se repitieron en Rosario, Santa Fe, Mar del Plata, Bariloche, Ushuaia, Junín, Resistencia, entre otras localidades del país.

En la capital provincial, miles de cordobeses se manifiestan en el centro de la ciudad capital. Avanzada la noche, integrantes de la Policía de Córdoba se movilizaron hacia dicho sector, aunque nada hizo prever el desenlace.

Pasadas las 22, integrantes de la fuerza policial comenzaron a hostigar y violentar a los manifestantes, incluso disparando balazos de goma, a los palazos y utilizando gas pimienta.

Lo que resultaba una convocatoria pacífica y ejemplar se convirtió en una cacería. De acuerdo a los asistentes a la protesta, hubo heridos y detenidos.

La orden represiva tuvo el visto bueno del fiscal Ernesto De Aragón, quien argumentó que los manifestantes “ocuparon toda la calzada, impidiendo la circulación de tránsito”. De Aragón dijo que “hubo un diálogo policial” para “ver si podían despejar” la avenida. “Se dio la orden de garantizar por lo menos media calzada”, explicó.

Según el fiscal, hay cinco detenidos (aunque se sabe que al menos hubo diez) producto de supuestas acciones violentas contra los uniformados que llevaron a cabo la acción represiva.

Fuente: Página 12, Jorge Vasalo (Periodista SRT) y Cba24N.