El abogado querellante Jorge Uez remarcó la importancia del testimonio de la jefa de Contaduría de la Cooperativa, Liliana González, y afirmó que el exsubgerente administrativo Darío Falabella “estuvo al tanto de las maniobras” en Servicios Sociales sin tomar medidas.
El juicio por presunta administración fraudulenta continuada en la Cooperativa Eléctrica Mixta del Oeste (CEMDO) tuvo un momento clave en Tribunales de Villa Dolores. La declaración de Liliana González, jefa de Contaduría de la entidad, reforzó las acusaciones contra el exsubgerente administrativo Darío Falabella, imputado en la causa que investiga desvíos en el área de Servicios Sociales.
De acuerdo con lo expuesto por el abogado querellante, Jorge Uez, el testimonio de González fue “trascendental”. La contadora declaró ante el Tribunal que había advertido en reiteradas oportunidades a Falabella sobre las irregularidades cometidas por los empleados Manuel Reynoso y Gabriel Peral, responsables de la operatoria fraudulenta.
“Lo expuesto por González indica que Falabella tenía conocimiento de lo que estaba pasando en el servicio de sepelios y no actuó en consecuencia para preservar el patrimonio de la institución y de los socios”, sostuvo Uez en declaraciones a El Ciudadano.
Según el testimonio de González, esas advertencias se hicieron tanto en reuniones personales como a través de correos electrónicos. Incluso, aseguró que solicitó expresamente a Falabella que desplazara o cesanteara a Reynoso y Peral, pedidos que nunca fueron atendidos.
Un testimonio que pesa
Para Uez, la credibilidad de González le otorga un valor especial a su declaración:
“Es una empleada calificada, con muchos años de antigüedad, que ingresó a la Cooperativa por concurso y que es altamente respetada en el ámbito interno. Su testimonio fue esclarecedor sobre cómo fueron los avisos que se le hicieron a Falabella”.
El abogado destacó que, pese a las alertas, el exsubgerente “no inició investigaciones ni intervino en el área”, incumpliendo con las responsabilidades propias de su cargo.
“Se le pagaba un elevado sueldo, que hoy equivale a 7,2 millones de pesos, justamente para cuidar el patrimonio de la institución. Y no cumplió con esa función”, remarcó Uez.
Una maniobra ya reconocida
Cabe recordar que Reynoso y Peral admitieron su participación en la defraudación, que consistía en cobrar de manera directa por servicios funerarios, emitir facturas y luego anularlas, evitando que los ingresos quedaran registrados en la contabilidad oficial. Ese reconocimiento dejó al descubierto la existencia de un circuito paralelo de fondos que operó durante años a espaldas de la Cooperativa y de sus socios.
Además de Falabella, también está imputado en la causa Gustavo Tellos, otro empleado del área. Ambos son señalados como responsables de haber permitido que la maniobra se sostuviera en el tiempo.
“Una omisión grave”
Para Uez, el testimonio de González demuestra que Falabella no puede alegar desconocimiento:
“Evidentemente estuvo al tanto y no tomó las medidas preventivas. No se trató de un descuido, sino de una omisión grave e incompatible con su rol jerárquico dentro de la CEMDO”.
El letrado añadió que el resto de las declaraciones incorporadas al juicio refuerzan la hipótesis de la Fiscalía y de la querella, complicando aún más la situación del exsubgerente.
Lo que viene
El debate, que se desarrolla en la Cámara del Crimen de Villa Dolores bajo la presidencia del juez Santiago Camogli, continuará el próximo lunes 28 de agosto con nuevas audiencias.
El proceso judicial busca establecer el grado de responsabilidad de cada imputado en una maniobra que afectó económicamente a la Cooperativa y a sus socios. Se espera que el fallo dé un mensaje claro sobre la necesidad de proteger los bienes colectivos y garantizar la transparencia en la administración de recursos.