Álvaro Juan Aparicio Díaz, imputado por liderar la secta conocida como “Sanadores egipcios”, continúa activo en plataformas digitales promocionando cursos de pensamiento egipcio mientras espera juicio por delitos graves como trata de personas, abuso sexual y estafas reiteradas.
Álvaro Juan Aparicio Díaz, principal acusado de liderar la organización conocida como “Sanadores egipcios” en Córdoba, con epicentro en Traslasierra, reapareció en los últimos meses con publicaciones en redes sociales que promocionan cursos online relacionados con terapias y simbología ancestral egipcia, a pesar de estar bajo proceso judicial por gravísimos delitos.
Desde marzo de 2025, Aparicio Díaz utiliza su cuenta de Instagram, @egiptoaprenderapensar, para difundir “master class” como “Pensamiento jeroglífico”, en las que presenta conceptos como “El símbolo como visión, memoria y arquitectura de pensamiento” o “El signo egipcio no representa: revela”. Estos contenidos mantienen a sus seguidores activos, que lo tratan como “maestro” y expresan devoción.
Acusaciones y estado judicial
Aparicio Díaz está imputado por una serie de delitos graves, entre ellos trata de personas con fines de explotación laboral y económica, abuso sexual, estafas reiteradas y ejercicio ilegal de la psicología. También está imputada Carolina Laura Cannes, vinculada a la causa.
El 23 de junio, el Tribunal Oral Federal N° 2 concedió la exención de prisión solicitada por la defensa, por lo que ambos permanecen en libertad, aunque con condiciones, mientras esperan la fecha para el juicio que aún no fue confirmada.
La querella se opone firmemente a la excarcelación y entre sus argumentos destaca la continua actividad de Aparicio Díaz en redes sociales, que según denuncian, perpetúa la manipulación y la influencia sobre sus seguidores.
Origen y desarrollo de la investigación
La causa comenzó en 2021 tras una serie de allanamientos en Córdoba capital, Villa Cura Brochero y Huinca Renancó, donde se desbarató la supuesta secta que ofrecía terapias de sanación espiritual basadas en un supuesto “pensamiento egipcio” a través de la Fundación Académica Sêshen.
La fiscal de Cura Brochero, Analía Gallaratto, imputó a 11 sospechosos y durante los procedimientos se secuestraron grandes sumas de dinero, documentos, computadoras, armas y municiones.
En junio de 2022, el expediente fue remitido al Juzgado Federal de 3º Nominación de Córdoba, que sobreseyó a nueve de los acusados, al considerar que fueron víctimas de la organización.
Modus operandi y denuncias
Aparicio Díaz se presentaba públicamente como psicólogo clínico, egiptólogo y guía espiritual, aunque sin contar con título habilitante para dichas actividades. Organizaba cursos, atendía pacientes, guiaba viajes a Egipto y prometía curas milagrosas, según las denuncias.
Las víctimas señalan que la organización ejercía manipulación psicológica, aislamiento social y abuso de poder, manteniendo un control estricto sobre sus seguidores, en un entramado que ahora está siendo juzgado por la Justicia Federal.
Espera de juicio y repercusiones
A cuatro años del inicio de la investigación, Aparicio Díaz continúa libre y activo en las redes sociales, desafiando la gravedad de las imputaciones y generando preocupación en quienes siguen el proceso.
El caso de los “Sanadores egipcios” alerta sobre las modalidades modernas de sectarismo y estafas espirituales que afectan a personas vulnerables y cuestiona la efectividad del sistema judicial para garantizar la seguridad y justicia mientras las causas avanzan.
Este caso pone en foco la complejidad de abordar organizaciones que mezclan espiritualidad, estafa y abuso, y la necesidad de reforzar mecanismos de protección para las víctimas y de control para evitar que los imputados mantengan influencia pública durante procesos judiciales.