Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Villa Dolores: Estudio devela fallas en los desagües y propone soluciones

La ciudad de Villa Dolores enfrenta un problema estructural con su sistema de desagües pluviales, agravado por lluvias extraordinarias cada vez más frecuentes. Un estudio técnico reveló fallas en obras recientes y propone soluciones a mediano y largo plazo, aunque su implementación se ve limitada por la falta de fondos. El Municipio está ante el desafío de gestionar apoyos ante Provincia y Nación, y el intento de avanzar con pequeñas intervenciones mediante recursos propios.


Las lluvias intensas que en los últimos años afectan a Villa Dolores no solamente generan anegamientos en distintos sectores de la ciudad, sino que han puesto en evidencia las deficiencias estructurales del sistema de desagües pluviales.

Frente a esta problemática recurrente, la Municipalidad de Villa Dolores, liderada por e intendente Maxi Rivarola, encargó un estudio técnico a la Universidad Nacional de Córdoba, cuyos resultados revelan tanto el origen del problema como posibles soluciones concretas.

El informe, presentado por el ingeniero Alejandro Estrada (foto), actual titular del área de Obras Públicas municipal, indica que las lluvias extraordinarias que ha experimentado la ciudad en los últimos tiempos corresponden a eventos climáticos que, estadísticamente, deberían producirse sólo cada 25 años. Esta nueva realidad climática —más intensa y frecuente— está superando la capacidad del sistema de drenaje actual.

Pero el informe no únicamente describe la situación, sino que presenta un plan maestro de obras para dar respuesta a las inundaciones. Una de las propuestas más innovadoras es la construcción de microembalses o lagunas de retención en plazas y espacios verdes, que permitirían contener el agua en momentos críticos y liberarla progresivamente hacia la red vial, reduciendo el impacto sobre viviendas y calles.

A esto se suman obras menores que optimizarían el rendimiento del sistema existente, adaptándolo a las nuevas exigencias. También se plantea la necesidad de considerar el impacto de las expansiones urbanas, como la ampliación de veredas o la forestación de calles, en la planificación del escurrimiento pluvial.

No obstante, uno de los puntos más delicados del estudio refiere a una obra de desagüe construida durante la gestión de la exintendenta Gloria Pereyra sobre calle General Paz. Según el análisis técnico, esta intervención estaría generando un efecto contraproducente: lejos de aliviar la carga hídrica, obstruye el flujo natural del agua proveniente de calles como Deán Funes y Felipe Erdmann, haciendo que los desagües de esas zonas dejen de absorber y, en cambio, terminen expulsando agua.

Esto refleja un caso claro de improvisación y de falta de integración con el sistema general, según se desprende del informe de la Universidad Nacional de Córdoba, subrayando la necesidad de planificar con mirada integral y basada en criterios técnicos.

El informe encargado plantea soluciones y constituye una hoja de ruta para futuras obras públicas. En un contexto de cambio climático y lluvias imprevisibles, Villa Dolores enfrenta el desafío urgente de adaptarse y prevenir daños mayores.

El Gobierno municipal se encuentra evaluando los pasos a seguir, con el objetivo de transformar este diagnóstico en un plan de acción concreto, que permita avanzar hacia una infraestructura hídrica moderna, resiliente y pensada a largo plazo.

Financiamiento insuficiente

Más allá del diagnóstico técnico, el gran escollo que enfrenta el Municipio de Villa Dolores para poner en marcha el plan maestro de desagües pluviales es económico. Así lo reconoció el ingeniero Estrada, titular de Obras Públicas, al señalar que el Municipio no cuenta con los recursos necesarios para ejecutar en su totalidad las obras proyectadas.

Si bien el gobernador Martín Llaryora comprometió un apoyo económico provincial de 200 millones de pesos, la cifra resulta insuficiente frente al costo real que implicaría una intervención integral sobre todo el sistema de drenaje urbano. De hecho, según estimaciones preliminares, el valor total de las obras sería varias veces superior.

Frente a este panorama, la gestión municipal analiza continuar con las gestiones ante la Provincia y la Nación en busca de nuevos fondos que permitan avanzar en etapas. Mientras tanto, y con el objetivo de no quedar paralizados, se evalúa la posibilidad de pequeñas obras de retención y adecuación del sistema existente, que podrían realizarse con recursos propios y de ejecución inmediata.

«Sabemos que no podemos resolver el problema de fondo de un día para el otro, pero no podemos esperar a tener todo el dinero para comenzar a actuar», explicaron desde el área técnica.

La voluntad política está presente, pero el financiamiento marca el ritmo. El desafío será administrar con inteligencia los fondos disponibles, sin perder de vista el objetivo mayor: una Villa Dolores preparada para afrontar un régimen de lluvias que ya dejó de ser excepcional para convertirse en parte de la nueva normalidad.