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Adiós a «Yony» Chavero, un héroe de Malvinas y un maestro del oficio

• Por Lic. Mauro Tello,  editor de El Ciudadano.

Villa Dolores despide con profundo dolor a Eduardo «Yony» Chavero, excombatiente de la Guerra de Malvinas, histórico fotógrafo del diario Democracia, esposo y padre de dos hijos. Su partida deja un vacío enorme en el corazón de quienes lo conocimos y compartimos con él momentos inolvidables.

Con su cámara al hombro y una mirada atenta a los detalles, Yony fue el compañero inseparable de Oscar Tello, director del diario Democracia, y un colega invaluable en mi propio camino periodístico. Durante cinco años, tuve el privilegio de trabajar a su lado, aprendiendo de su oficio, de su paciencia y de su compromiso con la verdad. Su amor por la fotografía no solo quedó plasmado en cada imagen que capturó, sino también en el legado que dejó en quienes aprendieron de él.

Más allá del periodismo, su historia de vida era la de un soldado que llevó con dignidad el recuerdo de Malvinas. Nunca se jactó de su pasado en la guerra, pero su testimonio era un legado vivo de aquellos días difíciles. Con valentía, enfrentó una etapa de su vida marcada por la lucha y la resistencia, pero también por el amor a su patria. Para muchos, fue un héroe silencioso, que jamás buscó reconocimiento, pero cuya historia hablaba por sí sola.

Una de las últimas veces que lo vi fue junto a mi hijo Mateo, quien quería conocer a un soldado de verdad. Yony, con la humildad que lo caracterizaba, le regaló una sonrisa y un recuerdo imborrable. Su calidez humana era uno de sus rasgos más admirables: siempre dispuesto a compartir una anécdota, a ofrecer una palabra de aliento o a brindar su tiempo para quienes lo rodeaban.

Además de ser una persona de bien, fue un gran impulsor del Foto Club, espacio que promovió con pasión y dedicación para compartir su amor por la fotografía con la comunidad. Allí dejó su impronta, enseñando a otros a mirar el mundo a través del lente con sensibilidad y precisión. Su entusiasmo contagioso hizo que muchos encontraran en la fotografía no solo un oficio, sino una forma de expresión.

Hoy, su ausencia nos duele, pero su ejemplo perdurará en quienes tuvimos la fortuna de compartir su camino. Nos queda su legado de compromiso, amistad y amor por la imagen. Cada fotografía suya es un testimonio de su sensibilidad y dedicación.

Que tu descanso sea en paz, Yony, y que tu memoria nos siga inspirando. En cada imagen capturada, en cada historia contada con luz y sombra, seguirá presente, como un testimonio eterno de su arte y de su humanidad.