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¡JUSTICIA! Santiago nos duele a todos…

Sólo con el esclarecimiento total del hecho, la identificación de los criminales y su castigo, se podrán subvertir las lógicas de la infamia y honrar la memoria de Santiago. Verdad y justicia son, en definitiva, la única forma para enfrentar la devastación.

Vecinos de Traslasierra no salen del asombro ante la aparición sin vida de Santiago Aguilera, de 18 años, el pasado domingo en cercanías del vado seco del camino de tierra que comunica a Villa Dolores con Boca del Río.

Mientras la Justicia Federal trabaja en la investigación de las causas de esta tragedia, la ciudadanía espera respuestas al sin número de interrogantes que dispara este caso.

Qué se sabe

Santiago fue visto con vida por última vez el martes de la semana pasada cuando salió de su casa, en Las Tapias, para ir a tomar una gaseosa con un amigo.

Tras su desaparición, la familia recibió al día siguiente un mensaje extorsivo en el que le exigieron 7 millones de pesos a cambio de liberar al joven.

«Lamentablemente tenemos a Santiago secuestrado. Te tenemos observado, te estamos siguiendo. Estuviste haciendo un trámite en una aseguradora. No avises a la Policía», contó Carlos Aguilera, papá de la víctima, sobre el mensaje extorsivo.

Además del rescate se indicó que a las 9 de la mañana siguiente habría un nuevo contacto, aunque eso no ocurrió.

Los padres realizaron la denuncia y a partir de entonces se montó un operativo de búsqueda, al tiempo que la Justicia Federal se hizo cargo de la causa a partir de la hipótesis de un «secuestro extorsivo».

Entre sus primeras medidas el fiscal Enrique Senestrari gestionó que el Ministerio de Seguridad de la Nación dispusiera de una recompensa de tres millones de pesos por datos concretos sobre Santiago.

Finalmente, el joven fue encontrado asesinado con múltiples heridas punzantes en cuello y cabeza el domingo pasado por la mañana.

Macabro

Santiago fue torturado en un domicilio y luego asesinado. Los investigadores estiman que su secuestro más que fines extorsivos, estaría vinculado a una venganza.

El resultado preliminar de la autopsia indicó que al adolescente lo mataron el sábado, un día antes del hallazgo del cuerpo, según dijeron a la prensa fuentes de la investigación.

De acuerdo a la información, tenía cortes y golpes realizados con «elementos punzo cortantes» mientras aún estaba con vida. Hablan, las fuentes de investigación, de hasta quemaduras en el pecho compatibles con cigarrillos.

El cuerpo presenta evidentes signos que dan la pauta de que Santiago fue sometido a una brutal tortura antes de ser asesinado, lo que despierta toda clase de hipótesis.

En tanto, la causa de la muerte habría sido un fuerte golpe en la cabeza, con un «palazo o un hachazo», en base a las fuentes investigativas.

Autoría

Walter Gil, un joven de 23 años que se desempeñaba en un corralón del papá de Santiago, fue detenido por el caso el jueves de la semana pasada en Villa Dolores.

Sin embargo, estiman que no fue el autor material del crimen si se considera que la data de la muerte se puede establecer entre 15 a 20 horas antes de que el cadáver fuera hallado.

O sea que a Santiago lo mataron entre el viernes y el sábado, cuando Gil ya estaba detenido. Esto significa que los asesinos lo habrían tenido cautivo al menos 72 horas.

En ese punto, todo indica que Santiago no fue asesinado en la zona donde apareció el cadáver, sino que alguien lo trasladó hacia allí después del crimen.

«No encuentro el sentido, por qué matarlo de esa manera», son «animales enfermos», remarcó el padre del joven a la prensa.

Justicia

Familiares, vecinos, amigos e integrantes de la comunidad educativa de la escuela secundaria donde concurría Santiago en Villa de Las Rosas, participaron de su despedida el pasado martes, al tiempo que exigen «esclarecimiento, justicia y castigo a los responsables».

El macabro crimen, con particularidades sádicas, pone a una familia ante un verdadero infierno terrenal: no hay nada peor que la muerte de un hijo, más aún de una forma tan lúgubre. Y, paralelamente, coloca a la comunidad transerrana ante una circunstancia tan inédita como sombría.

Es de esperar que más temprano que tarde, la familia y la sociedad puedan alcanzar una reparación ante el enorme mal realizado, una reparación entendida como el derecho individual y colectivo a la justicia.

Sólo con el esclarecimiento total del hecho, la identificación de los criminales y su castigo, se podrán subvertir las lógicas de la infamia y honrar la memoria de Santiago. Verdad y justicia son, en definitiva, la única forma para enfrentar la devastación.

• El Ciudadano