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CASO MARISOL REARTE. Murúa irá a juicio por doble homicidio

La fiscal de Instrucción de Primera Nominación de Villa Dolores, Lucrecia Zambrana, pidió la citación a juicio contra Juan José Murúa por considerarlo supuesto autor de los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio) y homicidio simple, en concurso real”, en perjuicio de Marisol Rearte y la hija de ésta, Luz Morena, que en aquel momento tenía dos años de edad.

No es el primer crimen juicio por asesinato que Murúa enfrentará, ya que fue condenado a 38 años de cárcel por el homicidio de Brenda Arias, cometido en 2009 en la localidad puntana de Villa del Carmen.

El encuentro fatal

El 2 de febrero de 2014, Marisol habría acordado reunirse con el imputado Murúa, con quien aproximadamente un año atrás había mantenido una relación sentimental, que se extendió durante varios meses.

Pese a que el hombre mantenía una relación con su hermana, Romina Rearte, aún seguía frecuentando a Marisol.

Murúa pasaría a buscarla en su vehículo por su domicilio de la localidad de Villa de Las Rosas.

Marisol habría salido de la vivienda junto a su pequeña hija, de dos años, dirigiéndose por el “camino de abajo”, el cual era utilizado por el imputado Murúa en ocasiones de acudir a la vivienda de Rearte, mientras estos fueron pareja.

Una vez que se encontraron, Murúa se dirigió hacia la zona del Dique La Viña, escenario también de los encuentros entre ambos con fines de mantener relaciones sexuales, según informó el Ministerio Público Fiscal.

El hecho

Una vez que estuvieron en el embalse transerrano, probablemente en las inmediaciones del Murallón y mientras se encontraban a bordo del vehículo, Murúa habría atacado a Marisol mediante golpes que provocaron la pérdida de sangre, lesionándola gravemente, de manera tal que las mismas causaron su muerte.

Esto ocurrió en circunstancias no determinadas por la Fiscalía de Instrucción, pero presumiblemente tras una discusión entre Marisol y Murúa.

El acusado habría aprovechado la ausencia de personas en el lugar para cometer el asesinato.

Asimismo y posiblemente ante el llanto reiterado de la menor, el imputado habría provocado su muerte, ocultando posteriormente su cuerpo junto al de su progenitora.

Ocultamiento

Inmediatamente después y con intención de procurar su impunidad, Murúa habría tomado el teléfono celular de Rearte, del cual probablemente habría eliminado registros y mensajes, manteniéndolo activo durante varios días, luego de lo cual habría ocultado o destruido dicho efecto.

Posterior a deshacerse del dispositivo móvil, el imputado Murúa habría enterrado u ocultado el cuerpo de Marisol en algún lugar aún no determinado por la Fiscalía de Instrucción, pero presumiblemente en las inmediaciones del Dique La Viña.

Cabe recordar que el cráneo de Marisol fue hallado el primero de noviembre de 2018, en cercanías del domicilio de José Pablo Rojas, en camino al embalse transerrano, en la localidad de Los Pozos. 

El accionar de Murúa habría sido originado ante el posible rechazo de Marisol y la insistencia de relacionarse amorosamente con él; conducta que Murúa habría desplegado mediando un contexto de violencia de género hacia la víctima, sobre la cual ejercía actos de violencia y de intimidación, atendiendo a su condición de mujer, según argumenta la Fiscalía de Instrucción.

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